En Europa en general, y en Polonia en particular, existe el peligro de una amenaza terrorista, acentuada en los últimos meses por los ataques yihadistas en Francia y Bélgica. Pero fueron los ataques del 11-S contra las Torres Gemelas y el Pentágono los que simbolizan desde el año 2001 esta amenaza e indican que la situación cambió a finales del pasado siglo XX. Los ataques terroristas posteriores en el Reino Unido, España, Francia, Italia y otros países refuerzan la idea de que en el mundo actual nadie puede sentirse completamente seguro. Como consecuencia, muchos estados han modificado sus estrategias de defensa y han adoptado una nueva metodología en cuanto al terrorismo.
La formación de unidades de fuerzas especiales para realizar tareas de prevención de actividades terroristas es una entre varias medidas que actualmente se desarrollan en muchas naciones para afrontar las nuevas exigencias de seguridad. Desde hace 10 años, Polonia asumió un rol de liderazgo en este esfuerzo al crear tres Unidades de Fuerzas Especiales de Policía Militar o UFEPM (por sus siglas en español).
Características de las unidades
Al crear las Unidades de Fuerzas Especiales de la Policía Militar (UFEPM), los planificadores consideraron las siguientes presunciones, basándose en los requerimientos de la OTAN:
• Las unidades debían ser establecidas y equipadas a un bajo costo relativo.
• Todo el personal debía ser profesional y estar muy bien entrenado.
• El adiestramiento, equipamiento y armamento tenía que adecuarse a las necesidades previstas (semejante a los de las fuerzas de operaciones especiales o unidades especiales de la policía civil).
• Las unidades debían de ser altamente móviles y capaces de desplegarse rápidamente en un teatro de operaciones.
• El uso de las unidades requeriría la autoridad legal apropiada.
• La estructura organizativa debía permitir la modularidad.
Las unidades tienen equipamiento estandarizado y especializado de la policía: armas ligeras (incluyendo fusiles de asalto), modernos vehículos de emergencia diseñados para necesidades anticipada, y vehículos básicos (Land Rover, vehículos blindados de patrullaje Boar II de fabricación polaca, vehículos de mando todo terreno, entre otros) para el transporte de la unidad modular básica de 6 hombres. Algunas subunidades están equipadas con escopetas de ánima lisa, lanzagranadas antitanques y fusiles de francotiradores. También está planeada la adquisición de armas electrónicas. La posesión de armas no letales es un factor importante que distingue las fuerzas especiales polacas de otras unidades militares regulares.
Una característica sobresaliente es la modularidad de las unidades de fuerzas especiales de la policía militar. Esta característica da al comandante la flexibilidad para formar unidades menores, las cuales pueden ser adaptadas para adecuarse a misiones u operaciones específicas. Por ejemplo, la unidad básica la comprende una sección de seis hombres, la cual se integra en un pelotón de 30 policías militares, compuesto de cinco de estas secciones. Para organizar una unidad de fuerzas especiales con el fin de cumplir una misión específica se pueden usar los elementos existentes (sección, pelotón, compañía y batallón) o combinar varios componentes modulares.
El reclutamiento de efectivos para servir en estas unidades se realiza mediante un cuidadoso proceso de selección de candidatos provenientes de unidades territoriales de policía militar, unidades del Ejército y de la Reserva. Los criterios de selección se definen a través de una resolución ministerial especial. Todos los aspirantes deben tener, cuanto menos, una estatura de 1.75m, buena salud, y gozar de buena reputación en su lugar de residencia. También deben ser hábiles en inglés, disponer de una buena condición física y tener un perfil psicológico adecuado. Aunque hay muchos aspirantes para estas unidades, a menudo decenas para cada plaza, los criterios de exigencia repercuten en una tasa de selección muy baja.
En lo referente a la operatividad, una de estas unidades ya está fuera de servicio— anteriormente se encontraba en Gliwice, en el sur de Polonia—. Otras dos unidades están en activo en Varsovia y Minsk Mazowiecki. Las unidades actualmente emplean alrededor de 2.000 policías militares (no confirmado oficialmente), bien entrenados y completamente profesionales.
Entrenamiento y formación
El adiestramiento de estas Unidades de Fuerzas Especiales de la Policía Militar polaca se divide en tres períodos consecutivos de seis meses. La instrucción se diseña para preparar a los aspirantes en un ambiente de alta exigencia, para ejecutar tareas propias de la policía, considerando entre otras, las siguientes:
• Patrullaje
• Escolta de convoyes
• Control de vehículos y personas
• Control de sitios de accidentes y crímenes
• Actividades preventivas
• Búsqueda, captura y detención de criminales armados y potencialmente peligrosos
• Seguridad para VIP
Los miembros de estas unidades también deben recibir una instrucción para llevar a cabo tareas para combatir al terrorismo. Para prevenir o reaccionar ante actos de terrorismo terrestre, estas tareas incluirían la recolección de inteligencia; asegurar y acordonar escenarios de crímenes, organizar desvíos de tráfico y misiones similares; así como proteger personas e instalaciones.
En el caso de actos de terrorismo aéreo, las unidades necesitan adiestramiento para efectuar la observación y recolección de inteligencia, asegurar los escenarios de incidentes aéreos, llevar a cabo tareas de procesamiento judicial y participar en operaciones de rastreo en el terreno, y otras acciones antiterroristas. Durante emergencias epidémicas o tiempo después de la perpetración de actos terroristas biológicos, radiológicos o químicos, las tareas de las UFEPM serían similares, y las dos unidades serán adiestradas de acuerdo con esta posibilidad. Para prepararse para ambos escenarios, el adiestramiento requiere que los policías militares realicen la observación y recolección de inteligencia, aseguren una instalación o área en peligro, y que se reorganicen e incorporen a otras fuerzas para sortear las amenazas.
Los integrantes de estas unidades de policía militar especiales también realizan cursos de perfeccionamiento para proporcionar socorro médico y primeros auxilios, así como paracaidismo y buceo. Están preparados para entrar a edificios y otras instalaciones como parte de operaciones de rescate de rehenes y también están entrenados para lidiar con manifestaciones públicas y realizar operaciones antidisturbios.
Por último, todos los miembros de las UFEPM reciben capacitación en el idioma de inglés. La intención es la de familiarizar a los soldados con el idioma de tal manera que un módulo de una UFEPM pueda ser integrado, en poco tiempo, a formaciones multinacionales más grandes y cumplan sus tareas con un mínimo de obstáculos. Este entrenamiento tiene una alta prioridad y se espera que todos los oficiales posean un buen dominio del inglés.
Objetivos y funciones
Dada la forma de adiestramiento, equipamiento y estructura de las fuerzas especiales, las UFEPM están preparadas para llevar a cabo las siguientes funciones:
• Cumplir funciones del orden público, tales como acciones preventivas que producen resultados inmediatos en el sector de la seguridad pública y orden en general (aquéllas que podrían incluir el uso de armas no letales).
• Realizar tareas de control, en su área de responsabilidad, caracterizadas por una presencia continua en lugares clave. Esta presencia requiere que se monitoreen y verifiquen las condiciones de seguridad, aseguren el acatamiento de los acuerdos firmados, así como mantengan y actualicen las bases de datos dedicadas a los asuntos de seguridad y orden público.
• Realizar acciones antiterroristas.
• Buscar sospechosos de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, actos terroristas, y otras personas que representan una amenaza para la sociedad.
• Recolectar información (inteligencia) basada en contactos con la población civil y las instituciones del orden público, así como recolectar información relacionada con la seguridad, condiciones locales y niveles de crimen.
En la realización de estas actividades, las UFEPM pueden ser activadas en una de las siguientes 5 configuraciones:
1. Como una fuerza completa o de menor escala, (con el equipamiento apropiado) con su propio elemento de mando y control, cuando sea necesario para cumplir de manera independiente una tarea asignada.
2. Como elementos o unidades de menor escala, cuando sea necesario para ejecutar misiones de mantenimiento de la paz o estabilización bajo los auspicios de la ONU, OTAN o Unión Europea, o integrando un contingente militar polaco en una operación determinada. En este caso, las misiones deben ser específicas para posibilitar la adaptación apropiada de las unidades y elementos. Una formación independiente de los contingentes de la policía militar es posible bajo estas circunstancias.
3. Como sub-elementos de tamaño predeterminado (en forma similar a la señalada anteriormente) para ejecutar tareas cuando sean requeridas dentro del marco de fuerzas tácticas nacionales, o como un componente de unidades multinacionales de policía militar (de acuerdo con las directivas de la OTAN referente a las fuerzas armadas) y otras obligaciones internacionales.
4. Como formaciones operativas modulares, cuando sea requerido, para apoyar en forma orgánica a unidades regionales de policía militar.
5. Como sub-elementos (de nuevo, en forma similar a la configuración antes mencionada) para apoyar a las fuerzas policíacas en crisis u otra emergencia.
De acuerdo con los estándares de la OTAN, el concepto de las UFEPM en Polonia incluye el establecimiento de unidades móviles con el adiestramiento y equipamiento más modernos. Estas unidades no sólo pueden apoyar misiones en el exterior, sino también reforzar actividades policiales dentro de Polonia cuando las condiciones exceden la capacidad de las fuerzas de la policía nacional para responder a una crisis.
Según el Artículo 18 del Acta Policial, el primer ministro ostenta la autoridad de usar la policía militar en Polonia si las fuerzas regulares no pueden cumplir una tarea dada. En otras palabras, la policía militar está autorizada a intervenir no sólo donde estén presentes otros militares, sino también en las situaciones que involucra a civiles. No obstante, el mando operativo siempre quedará bajo el control de la policía civil.
En resumen, la manera en que las UFEPM serán empleadas dependerá en definitiva del mandato de cada misión. Se pueden desplegar unidades completas o se podría estructurar la fuerza de una forma modular, para adecuarse a condiciones específicas.
Despliegues en zonas de conflicto
Además de su rol en operaciones antiterroristas internas y multinacionales, las UFEPM también pueden satisfacer la creciente necesidad de desplegar fuerzas militares, tipo policíacas, en áreas afectadas por crisis a lo largo del mundo, para realizar operaciones de imposición de la paz y de estabilidad.
No existe ninguna duda de que las experiencias de Irak, Afganistán, los Balcanes y el Medio Oriente han demostrado que las operaciones en estas áreas se pueden dividir en tres fases distintas:
La primera fase incluye el despliegue en masa de todas las fuerzas disponibles, especialmente el equipamiento pesado de guerra, para superar cualquier resistencia. Con el apelativo de “forzando la paz”, esta fase puede incluir el combate armado que se asemeja a la guerra.
A medida que el combate disminuye, llega la fase de estabilización, donde se incrementa el número de actividades de monitoreo y control. Esta fase, con el apelativo de “fortalecimiento de la paz”, está caracterizada por la cooperación inicial con las instancias locales, la policía, así como con elementos de las fuerzas armadas locales. Esta fase está distinguida por los esfuerzos para identificar y reforzar las instituciones gubernamentales y otras estructuras responsables de la seguridad, así como neutralizar cualquier amenaza al nuevo orden.
La tercera fase, denominada “mantenimiento de la paz”, es generalmente la más larga. Está identificada por la presencia de fuerzas multinacionales en la región del conflicto para monitorear los acuerdos de paz, entregar el socorro humanitario, así como adiestrar a las fuerzas policiales, militares y guardafronteras del país anfitrión. Otras tareas consisten en asegurar a las personas y propiedades, así como mantener el orden público en el caso de descontento ciudadano.
En la primera fase, las fuerzas de la policía militar están presentes en pequeños números y proporcionan sólo las funciones de apoyo policial táctico. En las otras dos fases, sin embargo, aumenta rápidamente el rol de policía militar. En la fase dos, las unidades de policía militar llevan a cabo sus tareas de forma independiente o en conjunto con las fuerzas militares. Las UFEPM coordinan y complementan sus actividades con las de la policía local y otros elementos de policía militar internacionales. En la tercera fase, las UFEPM ejecutan tareas normales de la imposición de la ley. Durante esta fase, y especialmente después de que se ha traspasado la autoridad a un gobierno local, los desafíos se orientan explícitamente al despliegue de más fuerzas de la policía militar.
Puesto que el despliegue operativo de las UFEPM en operaciones de tipo fase tres de la imposición de la paz y de estabilidad implica su participación en acciones fuera de Polonia, funcionarían con organizaciones especialmente configuradas para dar al comandante de las fuerzas apoyo policial en el teatro de operaciones. Como tal, su estructura organizacional, adiestramiento y estado general de preparación, en conjunto con sus capacidades operativas, serían coherentes con la doctrina de la OTAN para la policía militar.
Con respecto a las fuerzas aliadas, la doctrina de la OTAN presume que las fuerzas nacionales incluirán a los elementos de la policía militar que se mantengan bajo el mando de sus unidades. También entrega al comandante superior de una fuerza la responsabilidad de asignar tareas a las unidades multinacionales en beneficio de toda la fuerza. En otras palabras, depende del comandante de la fuerza el pedir unidades especializadas para satisfacer las necesidades anticipadas que requieran las UFEPM. Estas unidades se desplegarán como elementos integrales y no serán degradadas por agregarles tropas adicionales de otras unidades. Las singulares capacidades de trabajo en equipo que posee una UFEPM altamente entrenada se reducirían si se modifica la estructura de la unidad.
El potencial actual de las UFEPM permite las siguientes formas de empleo operativo en misiones en el extranjero:
• Como una unidad independiente, realizando tareas a petición de un comandante de fuerzas aliadas o de la coalición. La unidad simultáneamente forma parte del contingente militar de Polonia. Este fue el caso del Congo el año 2006, donde las UFEPM disponían de un contingente independiente en Kinshasa, bajo el mando de un oficial de la policía militar. El contingente operó bajo la autoridad de un comandante francés de las fuerzas multinacionales en el Congo.
• Como una fuerza separada del contingente militar polaco, integrando un componente nacional de policía militar. El mejor ejemplo es la contribución de la policía militar en el contingente polaco para la Operación Libertad Duradera en Afganistán (un 15% de la fuerza).
• Como un componente dentro de una unidad de policía militar multinacional, presente en cada misión. Un pequeño número de policías militares estaría presente, como una organización modular, en los pelotones y compañías multinacionales.
• Como una unidad que realiza tareas de control en el área de operaciones, bajo la supervisión directa de un comandante de la fuerza. Un buen ejemplo de este tipo de misión es la de las Fuerzas de la Unión Europea en Bosnia-Herzegovina. Desde 2006, las UFEPM operativas han asumido el mandato de una unidad de fuerzas terrestres.
Conclusión
Como han demostrado las experiencias de varios conflictos, cuando las condiciones así lo permiten, es mejor persuadir, estabilizar y reforzar, que dominar. El empleo de armas no letales y las formas de conducta de la policía militar son el camino hacia el futuro. El derramamiento de sangre siempre genera represalias, y la muerte produce más muertes. Por lo tanto, es mejor detener, arrestar, controlar, negociar y arbitrar que disparar, disponiendo de las condiciones que posibiliten esta metodología. Y las Unidades de Fuerzas Especiales de la Policía Militar polaca están especialmente cualificadas para este rol.