El día 26 del pasado mes de mayo fue la fecha elegida por la firma austriaca GLOCK y su importador para todo el territorio nacional Armería Marcos, para hacer la presentación oficial en nuestro país de su más reciente incorporación a la exitosa familia de pistolas GLOCK: el nuevo modelo GLOCK 43. El lugar no podía ser otro, Bilbao, y más en concreto la galería de tiro de su Policía Municipal. Esta presentación en sociedad de la nueva pistola GLOCK 43 tuvo lugar dentro del contexto del curso de formador de arma corta que se estaba llevando a cabo en estas mismas dependencias, y fueron varias las empresas que quisieron exhibir allí sus novedades o dar conocer las bondades de sus productos.
Como la mayoría de todos ya sabréis, el curso al que hago mención y del que en breve pretendo hablar con más detalle, tuvo un tristísimo final, pues apenas dos días después de su conclusión, su organizador y hasta la fecha “alma mater” de la galería de tiro de la Policía Municipal Bilbao, Don Tomás Carrillo, nos dejaba víctima de un infarto. A todos los que tuvimos la suerte de conocerlo, su muerte nos sumió en un tremendo dolor, circunstancia que entre otras cosas ha hecho que estas líneas se retrasaran en ver la luz más de lo esperado. Pero creo que no sería justo dejar de hablar de un evento como esta presentación, que una vez más, y como a Tomás le gustaba, ponía a Bilbao en el centro del mundo del tiro policial de nuestro país. Así que, aunque tarde y todavía con un nudo en la garganta, creo que es de recibo contarlo.
Hace aproximadamente un año, y precedida de meses de expectación y rumores, se presentaba la que estaba llamada a ser la respuesta de GLOCK a las por entonces nuevas propuestas del mercado en armas subcompactas, que pasaban por reducir las pistolas en su grosor para hacerlas más portables y fáciles de disimular en condiciones de porte no uniformado, o uniformado para utilizarlas como armas de back-up. Para ello, las firmas optaban por sacrificar la capacidad de fuego, creando armas con cargadores monohilera y que tuvieron una muy buena aceptación en el mercado, como fueron la Smith Wesson M&P9 Shield, la Walther PPS, o la Ruger LC9 entre otras. Así, para dar respuesta a estas nuevas exigencias aparecía la GLOCK 42, hermana pequeña de nuestra protagonista de hoy.
Si bien en dimensiones y concepción, la GLOCK 42 era una respuesta contundente a la iniciativa que parecía haber tomado la competencia, hubo un factor que fue determinante para acabar cosechando una recibida un tanto fría por parte de nuestro mercado, máxime cuando aquí estamos acostumbrados a los niveles de éxito que la firma austriaca suele cosechar con cualquiera de sus novedades. Y es que su calibre, el .380 ACP, popularmente conocido aquí como 9 corto, no acabó de gustar.
Recuerdo que tuve la oportunidad de charlar con Patrick V., responsable de GLOCK para el mercado español, cuando presentaba aquella pistola y le pregunte: “¿por qué en 9 corto?” Y me respondió con una sonrisa y un escueto: “porque el 9 corto está de moda en USA”, para añadir “no seas impaciente”.
Pues bien, sin llegar a impacientarnos, como Patrick me recomendó, hemos esperado algo más de un año para poder disponer ya de la nueva pistola subcompacta austriaca, un arma con cargador monohilera y en el calibre que muchos consideramos “mínimo” para la autodefensa, el universal 9mm Parabellum. He aquí la GLOCK 43.
Entre los que pudieron probar el arma en su presentación, la sensación general fue muy positiva, pues en cuanto a funcionamiento y fiabilidad no deja de ser una pistola GLOCK. Así, las armas de prueba que Armería Marcos puso a disposición de los asistentes, fueron sometidas a un improvisado test de tortura en cuanto a resistencia balística, ya que la munición fue prácticamente ilimitada y toda se disparó sin interrupción alguna.
Lo curioso fue comprobar que la competencia para esta nueva pistola se encuentra en su propia casa, pues la comparación general no era con modelos de otras firmas de igual concepción, sino que la mayoría iban a compararla con la subcompacta clásica de la firma: la veterana GLOCK 26.
Por lo general, en esta comparación salía perdiendo la “flaca” G43, pues la mayoría de los policías que asistieron a la presentación valoraron la mayor capacidad de cargador ofrecida por la GLOCK 26, así como un mejor agarre proporcionado por el mayor grosor de su empuñadura, al albergar un cargador de doble hilera.
Quizá, esta comparación se produce fruto de las restricciones de nuestra legislación, la cual limita a la mayoría de usuarios a elegir una única arma para destinarla a su autodefensa. Sin embargo, debidamente contextualizada en cuanto a su campo de actuación, que no es otro que un entorno o ámbito en el que la portabilidad y la discreción sean máximas, y sin tener que renunciar a un calibre suficiente para la autodefensa, la nueva GLOCK 43 es desde mi punto de vista una de las mejores opciones que el mercado actual puede ofrecer. Por ergonomía, disparador, fiabilidad e incluso precio, la GLOCK 43 es un caballo ganador, no siendo del todo justo compararla con armas de orientación similar pero no idéntica, como es el caso de la ya veterana GLOCK 26.
1 Comentariro
Diego Bayarres
Tengo una pregunta. La glock 42 y la Glock 43 tiene alguna diferencia en sus dimensiones exteriores?