El TASER salva vidas: video de una detención en Pobla de Vallbona

Un día cualquiera en un pueblo cualquiera…

18:15h, una tarde más de agosto, en un pueblo de Valencia, la Pobla de Vallbona. La tranquilidad habitual en las horas iniciales de un turno de tarde en verano. No hay que olvidar que esto es España y la siesta es algo muy nuestro, y más en verano… Pasado ese momento de la siesta, las llamadas y con ellas los servicios empezaban a llegar. Pero lo que ninguno de los que se encontraban de servicio esa tarde se podía esperar era que uno de esos avisos dejaría de ser una llamada más, para convertirse en un servicio de los que marcan la carrera profesional de quienes lo viven. Y es que en una policía local, una llamada puede ser para preguntar a qué hora abre la piscina municipal, y la siguiente puede hacer saltar todas las alarmas, como la que hoy nos ocupa.

Esta vez, el agente que atendió la llamada por teléfono, escuchó entre gritos e incluso llantos la voz alterada de un hombre que reclamaba con desesperada urgencia la llegada de una patrulla al lugar, pues otro hombre, tras una discusión en un bar, había sacado un revólver y le había pegado un “culatazo” al que hasta hacía poco era su compañero de barra, haciéndole huir despavorido con una herida en la frente, iniciando el agresor una persecución en la que no dudó en apuntar y amenazar con su arma a todo el que se cruzaba en su camino.

Todos los efectivos disponibles se dirigieron al lugar, dándole alcance al individuo cuando abandonaba la zona en su vehículo. Por la dinámica de la intervención, la situación acabó con la interceptación del vehículo, con un patrulla cortándole el paso por delante y otro por detrás. El individuo, al verse acorralado, arremetió con su vehículo contra el patrulla sin conseguir huir, quedando finalmente bloqueado.

Llegados a este punto, la situación se tornó crítica. El individuo no obedecía las órdenes que le conminaban a salir del vehiculo, los segundos se hacían eternos, se sabe que va armado, que ya ha agredido a una persona y amenazado a varias… todo parece conducir a un resultado fatal. Todavía había más, pero eso lo desconocían en ese momento los policías actuantes, pues el individuo había pasado 20 años en la cárcel por, entre otras lindezas, un homicidio ocurrido en el atraco a un banco.

¿Qué haría cualquier persona en su sano juicio de encontrarse en una situación como esta? Lo normal sería poner en el menor tiempo posible la mayor distancia posible entre el problema y uno mismo, pero hay unos tipos que hacen exactamente lo contrario. Corren en dirección al “marrón”… sí señor, los policías, y esta vez nos toca sacar pecho porque ganaron los buenos. Por desgracia, no siempre es así, pero esta vez los compañeros pudieron volver a casa.

Eso es lo fundamental, y además sin el temor y la incertidumbre que genera el saber que, pese a haber actuado correctamente, te espera un juicio por el uso de la fuerza que te viste obligado a hacer, ya que esta vez, por suerte, contaban con herramientas suficientes y pudieron adaptar su nivel de fuerza al de la amenaza, lo que no sólo salvó una vida, si no que evitó un calvario legal a los policías. Disponían y utilizaron un DEC (dispositivo electrónico de control) TASER.

En mi último artículo, “Muerte en custodia”, cito algunos estudios que sobre esta herramienta se han realizado, y esta intervención viene a ratificarlos, teniendo el valor añadido de ser un hecho ocurrido dentro de nuestras fronteras, no un frío número escrito en inglés. Destacaría de entre los estudios que cito en el mencionado artículo, el trabajo realizado por la policía de Portland, Oregón, que decía que entre el 25% y el 30 % de las situaciones en las que se utilizó Taser en una intervención policial real, los condicionantes de la actuación hubiesen sido motivo suficiente para la utilización del arma de fuego. ¿Acaso en la situación que nos ocupa hubiese sido desproporcionado aproximarse pistola en mano hasta el individuo y abrir fuego ante el mas mínimo gesto extraño? Vuelvo a llegar a la misma conclusión, pero esta vez con casuística patria y el extra de información que te aporta el haber podido hablar con algunos de los compañeros que intervinieron: El Taser salva vidas.

No hay que confundirse, el Taser no es milagroso, es una herramienta más, y sin el buen hacer de los policías actuantes de nada servirían los mejores materiales; pero sí es cierto que a día de hoy sin el Taser la escala de fuerza está incompleta y el que sufre las consecuencias es el ciudadano, y también el policía.

Igual que se nos critica ante el más leve fallo, o incluso sin él, creo que es de recibo felicitar a los compañeros y darles la enhorabuena, aunque uno no puede dejar de preocuparse por lo delgada que es la línea que separa el éxito del fracaso en una actuación policial, y lo efímeras que son las mieles en el éxito y lo duras y tortuosas que pueden ser las consecuencias cuando las cosas se tuercen… Disfrutemos de este éxito. ¡Enhorabuena!

Vídeo completo:


muerte_en_custodia_ultima_ratioLuis Trejo Delgado. Ultima Ratio formación policial.
ultimaratioformacion@gmail.com

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