El 23 de julio de 2009 publiqué mi primer artículo sobre el entrenamiento de tiro en seco con armas de fuego. Tiro en seco: entrenamiento apto para el salón de casa, así titulé el texto, que además de ver la luz en mi blog personal fue publicado en el periódico impreso Armas.es. En dicho trabajo ya abordé la práctica con láseres. De hecho, por aquella época yo ya llevaba un año ejercitándome con un sistema láser diseñado para ejecutar esta clase de disparos domésticos, económicos y seguros destinados a lograr destrezas y habilidades no solo en cuanto al tiro, o sea, a la ejecución del disparo (ejercer la debida presión en el disparador, también llamado gatillo: lo dice la Real Academia de la Lengua), sino también en lo tocante a realizar, entre tiro y tiro en seco, cambios de cargadores, encares, encañonamientos o presentaciones del arma, toma rápida de miras, desenfundes, resolución de interrupciones (no siempre son encasquillamientos) y súbitos disparos dirigidos sin tomar miras (desde la cadera, por ejemplo). Anda que no me he ahorrado dinero haciendo tiro en seco, economizando de este modo munición real. Como es natural, todo lo mil veces ensayado con el láser lo he llevado luego al campo de tiro, donde de verdad se huele a pólvora y donde los agujeros, los impactos de plomo, suelen revelar la alta eficacia que proporcionan los láseres de tiro en seco.
Al final de aquel escrito, hoy ya viejuno, dije: “Con el uso de colimadores láser también puede realizarse un eficaz entrenamiento de tiro en seco. Este sistema es caro, aunque más asequible que las antedichas armas inutilizadas. Esta opción permite el uso del arma real. Con el láser podrán realizarse disparos simulados contra cualquier objetivo seleccionado para el ejercicio. Ante la activación del sistema de disparo y la consiguiente percusión sobre el cartucho inerte que debe alojarse en la recámara, se producirá una vibración que activará el dispositivo láser. Una vez que el láser recibe la señal que lo activa (vibración), este emite y proyecta un punto rojo visible en aquel lugar sobre el que estuviera dirigida la boca de fuego. De este modo puede intuirse, con muchísima aproximación o precisión, cuál hubiera sido el punto de impacto en una situación de fuego real. Estos mecanismos existen en varios formatos, siendo los más comunes los del tipo cartucho: tienen la forma de un cartucho real, o una estructura física similar, y se alojan en la recámara del arma. De otro tipo son aquellos que se introducen en el interior del cañón desde la boca de fuego en dirección a la boca de carga, siendo su forma totalmente cilíndrica o tubular y de un grosor suficiente para que las paredes del cilindro y de su base estén en íntimo y permanente contacto con el ánima del tubo. Esto permite la transferencia de la vibración del disparo sobre el cartucho inerte para que el láser se active”.
Más de cuatro trienios después, sigo sosteniendo lo mismo: entrenar con un dispositivo láser es una efectivísima opción tanto si el usuario es tirador deportivo ––pienso que sin que importe qué modalidad se lleve a cabo, sea está estática o dinámica–– como si el tirador es miembro de instituciones armadas públicas o privadas dedicadas a la seguridad. Más aún: extiendo los múltiples beneficios extraíbles de la realización de los ejercicios de tiro en seco con láseres incluso cuando los practicantes sean, como es el caso de más de un amigo mío, ciudadanos particulares legalmente habilitados para portar armas cortas de cara a proporcionarse su propia defensa armada, llegado el caso.
Dicho todo lo anterior, que ha de ser tenido en cuenta como una introducción o incluso como un mero recordatorio de qué es esto del tiro en seco, en estos párrafos voy a expresar mi opinión sobre mi actual herramienta láser, la cual acaba de relevar, en mi bolso de tiro, a aquel vetusto y apreciado dispositivo que tantas alegrías y mejoras tácticas y técnicas me ha proporcionado durante estos años. También a algunos de mis alumnos, todo hay que decirlo. Hoy, en efecto, expondré mi opinión sobre el Laser Pet II de Laser Ammo, con el cual he estado realizando, durante varias semanas, una serie de entrenamientos empleando para ello una preciosa pistola Glock 43X bicolor. He de reconocer que algunas sesiones de entrenamiento las he desarrollado junto con legos en el mundo de las armas y del tiro. Se trata de un par de serias personas que, casi como conejillos de indias, se han dejado dirigir por mí, pistola y láser en manos de ellos, para que yo pudiese observar cómo avanzaban, desde cero, en esto de efectuar disparos en seco. Para ellos fue, como así aseveraron, algo harto divertido. Para mí únicamente fue aleccionador. Aunque hace años que no voy al campo de tiro por diversión, puesto que mi vínculo con las armas de fuego nada tiene que ver con lo deportivo desde hace veintitantos años, admito que el divertimiento experimentado por mis invitados era palpable. Ergo, fijo que es cierto que encima de mejorar las habilidades ensayadas, se pasa bien el tiempo de manera económica. Podría ser esto, por tanto, un aliciente más para algunos potenciales usuarios de armas y del Laser Pet II: ahorro de dinero, de cartuchos de verdad.
No puedo dejarme en el tintero algo importante, algo vital y de justicia, y es que este producto lo he conocido de la mano de mi estimado y admirado amigo y compañero Eduardo de Cobos, quien hace tiempo lo probó y lo dio a conocer, públicamente, a través de magistrales artículos y vídeos.
Las características más destacables del Laser Pet II son las siguientes:
- Dispone de seis programas, de seis modos de uso.
- Posee un temporizador para ver tus impactos y tus tiempos de reacción.
- La puntuación obtenida en un tiempo determinado puede verse sobre la pantalla de tiro, sobre el display receptor de los disparos.
- Existe la posibilidad de configurar el sonido y la cantidad de disparos efectuados.
- La pantalla de tiro, que es de LED, es brillante.
- Es compatible con IR Sure Strike y con luz roja.
- Puede utilizarse interna o externamente, dentro o fuera de espacios cerrados. Empero es más visible en lugares interiores o donde haya sombra.
- La pantalla se carga con dos pilas AA, que vienen incluidas en el paquete de fábrica que sirve el vendedor. La carga puede realizarse, igualmente, mediante un cable micro USB, que no proporciona el fabricante.
Resulta altamente recomendable el visionado del vídeo que seguidamente enlazo, donde mi amigo De Cobos explica y demuestra, breve pero muy aprovechablemente, cómo recomienda él emplear este dispositivo. Para aquellos lectores que todavía no sepan quién es Edu de Cobos, diré que es un atleta de las armas de fuego, especialmente de las pistolas. No solo es un reconocido deportista de fama mundial en la modalidad de recorridos de tiro (IPSC), también es policía local español, instructor de policías y entrenador de tiradores deportivos a nivel internacional. Enlace al vídeo antedicho:
Dado que como ya comenté con anterioridad no practico modalidad de tiro deportivo alguna, he centrado mis entrenamientos de prueba con el Laser Pet II dirigiendo los disparos contra siluetas de papel que presentan imágenes de malhechores armados con armas cortas, largas, blancas y hasta con cinturones explosivos. Y así, con la siguiente literalidad, se lo hice saber a mi colega Eduardo: «Hola, Edu. Estoy contentísimo con el cacharrito este. Va de lujo. Contra lo que más lo estoy descargando es contra siluetas normales, en ejercicios básicos defensivos: desenfunde, encare/ presentación y fuego; así como con fuego desde posiciones de no encare, como, por ejemplo, desde la cadera nada más extraer la pistola. Obviamente, contra la pantalla receptora que refleja el número de aciertos y los tiempos también he probado. Pero esa parte, aunque se ve que funciona de maravilla, está más claramente diseñada para los que, como tú, competís. Tiendo a pensar que tú le ganas a la máquina y que, aunque hayas mejorado usándola, no la necesitas. Lo que tú has publicado al respecto de esta herramienta es completísimo, inmejorable. Estoy metido en unos párrafos para contar mi experiencia con el Laser Pet II. Pero no podré decir nada que tú no hayas dicho ya. En todo caso podré decir que yo, por el uso personal que hago de las armas de fuego, le saco más provecho utilizándolo contra siluetas de papel y realizando ejercicios básicos de defensa, para adquirir, mantener o mejorar mi seguridad y destreza, que disparando sobre el lector digital de tiempos e impactos».
