Ubicada en el municipio segoviano de Santa María la Real de Nieva, esta nueva fábrica BIOAMMO acaba de abrir sus puertas, empleando a 25 trabajadores. El uso de estos cartuchos, los únicos biodegradables y biocompostables del mundo, se destinará a la caza y al tiro deportivo. La compañía española prevé vender el 80% de su producción al extranjero y espera facturar 10 millones de euros en su primer ejercicio.
La producción y comercialización de estos primeros cartuchos biodegradables y biocompostables supone un hito en la industria armamentística a nivel mundial, ya que se trata de la única compañía del mundo que ha conseguido sustituir los cartuchos de plástico por un material bioplástico creado a partir de bioplomeros 100% de origen vegetal, lo que les hace respetuosos con el medio ambiente al reducir la huella de carbono debido a la eliminación total de plásticos en su fabricación.
La factoría, ubicada en el municipio segoviano de Santa María la Real de Nieva, de apenas 1.000 habitantes, emplea a 25 trabajadores y prevé aumentar la plantilla hasta 50 empleados en el horizonte de los próximos meses. Nada más arrancar, la compañía exporta el 80% de la produccion al extranjero, concretamente a Estados unidos, Reino Unido, y paises del norte y este de Europa, países con una gran conciencia medioambiental. Para dar respuesta a esta demanda, que se espera siga creciendo en los próximos meses, la fábrica ampliará la actividad de uno a tres turnos para que la factoría se mantenga en funcionamiento de forma ininterrumpida durante las 24 horas del día los 7 días de la semana para alcanzar una producción anual de 40 millones de cartuchos.
La fábrica de BioAmmo se levanta sobre una extensión de 3 hectáreas de terreno, con posibilidad de ampliación hasta las 13 has. La instalación de esta factoría en esta pequeña localidad de apenas 1.000 habitantes y con una tasa de paro que roza el 8%, ha supuesto un dinamizador para la generación de nuevos puestos de trabajo y un revulsivo económico para la provincia, ya que la mayoría de los operarios son vecinos de la localidad o de los municipios cercanos.
El proyecto, liderado por el empresario Enrique López-Pozas, ha requerido una inversión superior a los 8 millones de euros y ha contado con la financiación de la Junta de Castilla y León, Bankia y el capital de inversores privados. Asimismo, cuenta con el respaldo de todas las instituciones políticas de la región, ya que esta fábrica es el mejor ejemplo de que innovar en el medio rural es posible.
Una nueva generación de cartuchos para caza y tiro deportivo
La contribución de BioAmmo a la industria armamentística es la más sostenible y respetuosa con el medio ambiente de todas las que existen en el mercado. Esto es así porque el material utilizado para la fabricación de los cartuchos (vainas y tacos) se ha obtenido a partir de materiales 100% vegetales que se degradan por acción bacteriana en el plazo de entre 6 y 24 meses, y vuelven a la naturaleza en forma de biomasa con lo que los microorganismos, hongos y algas procesan todo el material haciéndolo desaparecer por completo.
El resultado no son solo cartuchos respetuosos con el medio ambiente sino también con un rendimiento superior, en cuanto a velocidad y presiones, respecto a los cartuchos tradicionales. Esta innovadora solución posee la patente AAA para el uso del material bioplástico en municiones tanto en España como en otros 55 países.
Contexto favorable
Esta empresa surge en un momento muy favorable gracias a la creciente concienciación que existe en la sociedad de parar el cambio climático y buscar soluciones, productos y prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
BioAmmo se adelanta así a la normativa europea que limita el uso de plásticos en materiales de un solo uso, prohibidos a partir de 2021, y sienta las bases para hacer de la actividad cinegética un sector más sostenible y comprometido con el medio ambiente. De este modo, BioAmmo abre la veda para la aplicación de la normativa sobre plásticos de un solo uso al sector de los cartuchos de caza, una regulación que, hasta ahora, no había sido planteada al no existir una alternativa viable para sustituir a los cartuchos de plástico tradicionales. Se trata, por tanto, de una compañía pionera, cuyo avance marcará un antes y un después en la historia de la cinegética mundial.