Concluí el anterior post mencionando cómo grupos y organizaciones extremistas tomaron roles militares y políticos a raíz del conflicto de Ucrania. Hoy veremos cómo y en qué medida afecta la actividad de estos grupos al ámbito militar, utilizando nuevamente como ejemplo al Batallón Azov.
Los que están en el Batallón Azov son conocidos comúnmente como «los pequeños hombres de negro», un título otorgado predominantemente por medios de comunicación de Rusia y Ucrania en relación con el uniforme de color negro que el grupo ha llevado desde el comienzo de su creación.
Ciertamente, los pequeños hombres de negro son simplemente personas; voluntarios de diversos orígenes profesionales y edades que luchan libremente por lo que creen que es el mejor curso de acción para Ucrania. La composición general del batallón se deriva de los miembros de la Asamblea Nacional-Socialista (SNA), Patriotas de Ucrania (PU), Ultras del Dynamo de Kiev, y varios otros que inundaron las filas después del Euromaidán, para incluir muchos de sus asociados y compañeros activistas.
Otros han venido de las ciudades separatistas ocupadas pro-rusas de Donetsk y Lugansk. También hay voluntarios que han viajado desde las antiguas repúblicas soviéticas, como Bielorrusia y Georgia. Los reclutas que conforman el Batallón Azov varían ampliamente en sus edades y procedencias, encontrando así desde adolescentes hasta adultos que superan los 50 años de edad; o desde empleados de tiendas a políticos. También hay un número creciente de mujeres de diversos países, principalmente paneslavas, que sirven en las filas de Azov, tal y como podemos ver en el vídeo 4 (al final del reportaje).
A pesar de que Azov se basa en una amplia variedad de nacionalidades y orígenes, continúa ganando apoyo y confianza en Kiev. El Coronel Oleksiy Nozdrachov, miembro del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, recientemente defendió al Batallón Azov diciendo en el USA Today:
«Son voluntarios que decidieron sacrificar sus vidas por el país [Ucrania]», dijo Nozdrachov. «Son duros y feroces en la batalla, se mantendrán firmes y no renunciarán a su tierra”.
El respeto y la admiración de Kiev hacia los Batallones de Defensa Territorial ha ido creciendo con los éxitos del Batallón Azov y el patriotismo demostrado por los propios voluntarios, que está reparando la tensa relación entre Kiev y algunos Batallones como Azov y Donbass.
Azov tiene algunas otras cosas que favorecen su reputación: Sus voluntarios luchan al lado y al frente de las fuerzas ucranianas regulares, y fueron de los primeros en estar bajo el fuego del combate en 2014. Además, lo hicieron con valentía y con éxito. Las acciones del Batallón Azov en el campo de batalla han otorgado a sus voluntarios una reputación de valor y fiabilidad. De hecho, Azov sigue siendo regularmente la punta de lanza de las contraofensivas de Kiev.
Sin embargo, la reputación de duros combatientes del Batallón Azov se ve a menudo enturbiada con sus exhibiciones públicas más radicales y sus controvertidos puntos de vista, evidenciados por sus insignias de unidad (imagen inferior), que muestran los símbolos nazis. Esto, junto con la arraigada ideología nacional-socialista del batallón, ha desencadenado una creciente aprensión de todo el mundo occidental. El batallón es bien conocido por su programa político de extrema derecha, y ha habido informes preocupantes de voluntarios que muestran símbolos nazis, tal y como se puede ver en el vídeo 3.
En contrapartida, los miembros del Batallón encargados de las Relaciones Públicas niegan las acusaciones de que la simbología nazi haya sido incorporada o aprobada por el Batallón Azov, y que tales símbolos no se incorporan en su logotipo. Han afirmado que el logotipo en sí se basa en el escudo de armas de Ucrania.
A pesar de sus negaciones, las denuncias ya han afectado a las relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos. El distanciamiento con América se vio amplificado después de un anuncio en marzo de 2015 por el ministro del Interior Arsen Avakov, que declaró que Azov iba a ser una de las primeras unidades que recibiría formación por parte de las tropas del Ejército de Estados Unidos desplegadas en Ucrania en el marco de la Operación Fearless Guardian. La Cámara de Representantes de EEUU respondió aprobando una enmienda a la Ley de Asignaciones de Defensa que bloqueaba cualquier ayuda, entrenamiento, o armas, incluidos los Sistemas de Defensa Aérea Portátiles (MANPADS), necesarios para la instrucción efectiva de un ejército profesional.
Es obvio que el Batallón Azov tiene un problema de relaciones públicas muy serio. Pero a pesar de las representaciones de los medios de comunicación, es irresponsable para cualquier persona sugerir que Azov es una unidad puramente neo-nazi. La gran mayoría de los voluntarios que sirven en el Batallón Azov no lo son. Aunque efectivamente, el batallón tiene algunos miembros que realmente creen en tal ideología, los cuales son a menudo reclutados en prisión. Estos voluntarios del Batallón Azov esgrimen los mismos tatuajes que esperarías de un ex–convicto miembro de la Nación Aria, recién salido de una prisión estadounidense. Estos señores en algún momento de sus vidas decidieron que era una buena idea tatuarse una cruz gamada en el lado de la cabeza rapada, o tener un retrato de Adolf Hitler tatuado en su hombro. (Yo, por mi parte, culpo al sistema educativo por no enseñar adecuadamente la historia, pero eso es harina de otro costal).
Este tipo de percances ha deteriorado la imagen pública del batallón. Pero no sólo tenemos ejemplos de extrema derecha, también se ha sabido de miembros que posaron con la bandera del Estado Islámico. En una escena del Video 1, se puede ver cómo algunos voluntarios gritan «Allahu Akbar», durante el entrenamiento o en broma, cuando salen de misión.
El hecho es que la mayoría de la gente en Azov son voluntarios, no soldados profesionales. No hay fuerzas de combate profesionales o altamente disciplinadas en la actual Ucrania. Eso significa que no hay una policía militar disponible para hacer cumplir las normas y predicar con el ejemplo. Cualquier noción parecida a la de ser un oficial, o estar al mando en Ucrania, se basa en un resumen del modus operandi del Ejército soviético, el cual está muy alejado incluso de los estándares más oscuros de la OTAN. La noción de soldado profesional es un concepto poco desarrollado a estrenar en Ucrania como ya vimos en el anterior post.
A pesar de estos reveses, el factor de motivación para la mayoría de los voluntarios que se unen a Azov es que el Batallón ha demostrado ser el más exitoso en combate. Azov ofrece la mejor vía de acceso para voluntarios nacionales y extranjeros que deseen obtener una formación rápida e inmediata, y darse una oportunidad real de luchar.
En términos generales, no existe un consenso ideológico real entre los voluntarios de Azov o los que pertenecen a otros batallones de voluntarios. Los voluntarios en Ucrania están luchando por una gran cantidad de razones. Muchos vienen con su propio equipaje y sus propias ideas, y cada uno representa orígenes nacionales únicos. Muchos son ciudadanos rusos o de nacionalidad de Europa del Este, y que están ideológicamente en desacuerdo con Rusia, ya que no comparten las acciones y la administración del gobierno de Putin.
Otros son voluntarios de Europa occidental, llegados a Ucrania y que a menudo terminan formando parte del Batallón Azov, dado que éste es el único batallón de voluntarios que actualmente está aceptando a los occidentales en sus filas.
En cuanto a los voluntarios de nacionalidad ucraniana, su principal preocupación es la defensa de Ucrania, aunque no están políticamente motivados para seguir la línea del partido neonazi o de la SNA para conseguir el progreso y el poder. El número real de los verdaderos extremistas ideológicos parece, por ahora, ser la minoría del Batallón Azov. Esto se debe a que Azov ha comenzado lentamente a marginar sus raíces neonazis, sobre todo porque el batallón fue reorganizado bajo la guardia nacional de Ucrania y está siendo examinado por Estados Unidos. Fuentes en Ucrania han declarado que el comandante de Azov, Andriy Biletsky, ha hecho inspecciones en varios barracones y cuarteles de Azov exigiendo la eliminación de esvásticas y demás parafernalia nazi.
Como se puede observar en las imágenes de arriba, la insignia del Batallón Azov es una copia muy fidedigna de la Wolfsangel nazi o de la División SS Das Reich. A pesar de la semejanza, el Batallón permanece firme alegando que las letras son simplemente una “N” cruzada y que el propio diseño representa el escudo de armas de Ucrania. Los tatuajes con esvásticas aparecen comúnmente en un grupo divergente de los voluntarios extremistas que van a menudo a la batalla con las insignias de las SS en sus cascos, lo que es extremadamente incómodo para los otros voluntarios que repudian cualquier asociación con los neonazis.
En mi opinión, todos los actores que participan en este conflicto tienen sus propios motivos, ideologías y ambiciones, y todos ellos quieren un trozo del pastel. Y mientras estos actores continúen con la mentalidad de amo y el beneficio personal, Ucrania se seguirá desangrando en este macabro “Juego de Tronos”, que deja ya cerca de 8.000 muertos y 17.800 heridos según la ONU, y lo peor de todo: un conflicto armado en expansión a las puertas de Europa.
*Vídeo 1: Vídeo de Estado Islámico sobre el Batallón Azov
*Vídeo 2: Voluntarios de Azov durante un tiroteo en Skrykone
*Vídeo 3: Vídeo del canal de televisión ZDF que muestra miembros de Azov usando cascos con emblemas nazis
*Vídeo 4: En el campo de Entrenamiento del Batallón Azov (vídeo propagandístico)
2s Comentarios
pablo
Muy interesante nota, totalmente informativa sobre un tema que por estos lares no es tan conocido (Argentina) por otro lado me tomo atrevimiento de copiar lo escrito por ( jyj50022) gracias por siempre compartir informacion. un abrazo.
Pepito
«…son simplemente personas; voluntarios de diversos orígenes profesionales y edades que luchan libremente por lo que creen que es el mejor …»
A esos siempre se les llamó nazis o neo nazis desde IIGM.
Patriotas, profesionales o voluntarios es como los llaman los que tienen interés en tergiversar la historia en la que participó un tal Bandera, para apoyar la agenda de los mayores promotores del terrorismo.