El tanque de combate principal del Ejército de Estados Unidos está en el punto de mira debido al escrutinio crítico de muchos sectores que cuestionan su relevancia en el ambiente de seguridad moderno. El tanque M1 ABRAMS, brevemente, desempeñó un papel clave en la Operación Libertad Iraquí y muy escasamente en la Operación Libertad Duradera. Además, debido a una aparente percepción en la OTAN de que ya no eran necesarios los medios blindados pesados estadounidenses, en 2013 el Ejército replegó a Estados Unidos los últimos tanques ABRAMS desplegados en Europa.
En otras partes, se cuestiona la relevancia de los medios blindados pesados. La tecnología de armas antiblindadas ha avanzado considerablemente, hasta el punto de que aún los actores no estatales, tales como Hezbolá, han presenciado cierto nivel de éxito contra los carros de combate más avanzados. Por último, las trayectorias descendientes tanto del presupuesto militar general de EEUU como de la estructura de fuerzas del Ejército, amenazan a la fuerza de tanques tipo ABRAMS. El efecto acumulativo de estas presiones contra la estructura de fuerza de tanques y las iniciativas de modernización de los mismos, se han convertido en los candidatos principales para las reducciones presupuestarias.
El presente artículo no es un argumento contra tales reducciones, pero sugiere que las reducciones contempladas deben ser cuidadosamente sopesadas contra los requisitos realistas y riesgos afines, y que las opciones para mantener una fuerza blindada capaz, deben ser analizadas a cabalidad con base en cuán viable es revitalizar el tanque ABRAMS y extender su vida útil.
Desde las primeras décadas donde inicialmente se desplegó el tanque ABRAMS, han surgido varias tecnologías que deben ser analizadas como posibles mejoras para extender la vida útil de este carro de combate. Específicamente, las tecnologías para los motores y pequeñas municiones de precisión han avanzado mucho desde que en 1980 entró en servicio el primer M1. En vista de los actuales ambientes estratégicos y presupuestarios, muchos considerarían fuera de alcance el desarrollo de un tanque de combate principal de nueva generación, con cualquier iniciativa destinada a sufrir la misma suerte que el ambicioso Sistema de Combate Futuro (FCS, por sus siglas en inglés), que fue cancelado en 2009 por ser considerado demasiado costoso.
Es por esto que buscar una opción más modesta para modernizar los existentes tanques ABRAMS con nuevas tecnologías de motores y municiones de precisión, merece seria consideración. Estas tecnologías podrían ofrecer mejoras a los tanques ABRAMS, los cuales extenderían su vida útil durante muchos años para enfrentar diversos desafíos previsibles con recursos fiscales manejables. Por otra parte, estas tecnologías podrían ofrecer sinergias tácticas, si se combinan entre sí, con las capacidades actuales del tanque ABRAMS para satisfacer requisitos imprevistos. Los simulacros y la experimentación podrían jugar un rol clave en la modelación e investigación de las implicaciones tácticas de tales mejoras.
Por lo tanto, el presente artículo se centra en el uso táctico del tanque ABRAMS como justificación para seguir adelante con tales mejoras. La madurez tecnológica o factibilidad de ingeniería no se investiga en detalle, sino solo para identificar las tendencias tecnológicas que parecen encajar con las mejoras deseables para el tanque ABRAMS. Si bien la tecnología y cuestiones de ingeniería, sin lugar a dudas, son críticas en cuanto al servicio de nuevo equipamiento, una mejor comprensión del uso táctico debe preceder estas discusiones. No tiene sentido perfeccionar lo que no es útil.
La necesidad de un tanque de combate principal
Hay dos preguntas clave: ¿Aún se necesita un tanque de combate principal? De ser así, ¿servirá el tanque ABRAMS como tal en el futuro?
Antes de tomar en consideración estas preguntas, sería útil observar que, por lo general, las transiciones entre las categorías de armas son más bien paulatinas que repentinas, y por buen motivo. Aun cuando llega a ser obvio que alguna tecnología nueva tiene un futuro más prometedor que otra tecnología existente, a menudo pasa bastante tiempo antes de que las tecnologías más viejas lleguen a ser obsoletas. Muy frecuentemente, el intervalo de tiempo permite que la tecnología antigua sirva durante mucho más tiempo en un rol modificado. Por ejemplo, los acorazados sirvieron como plataformas clave de apoyo de fuego en las operaciones anfibias estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial y en los conflictos subsecuentes, mucho después de que hubieran dejado de ser el sistema preeminente de la guerra naval. En otro ejemplo, el avión tipo B-52 Stratofortress de la Fuerza Aérea, el cual entró en servicio en 1952 como un bombardero estratégico capaz de atacar a blancos remotos en la Unión Soviética con cargas nucleares, continúa sirviendo como una plataforma de armas a distancia segura y como una plataforma de apoyo aéreo cercano en ambientes de amenaza de baja intensidad, después de décadas de haber perdido su capacidad de penetrar las sofisticadas defensas antiaéreas integradas. Ahora, las mejoras planificadas para sus sistemas extienden su vida útil prevista hasta aproximadamente 2040, casi 90 años después de su introducción.
Del mismo modo, si bien algunos alegarían que el actual tanque no juega un rol tan dominante en las acciones contra los medios blindados enemigos como en el pasado, sería el colmo de la exageración afirmar que ya no jugará un rol útil en el campo de batalla del futuro. Desde su introducción en 1980, el papel del tanque ABRAMS ha evolucionado más allá del apresto para derrotar a los medios blindados soviéticos en el terreno abierto de la brecha de Fulda en Alemania, la misión originalmente prevista por muchos.
Un ejemplo del papel ampliado del tanque ABRAMS está en las operaciones de contrainsurgencia. La aparición de los dispositivos explosivos improvisados en la última década, y la categoría de los nuevos vehículos que éstos han producido, sirven como recordatorio de por qué son importantes los vehículos terrestres de alta supervivencia en tales ambientes. Una compañía de blindados equipada con tanques ABRAMS del Cuerpo de Marines de EEUU que se desplegó a Afganistán en 2011, llevó a cabo su despliegue con solo un soldado herido en acción, a pesar de ser el blanco de 19 ataques con dispositivos explosivos improvisados. Esto no sugiere que los tanques sean la solución para todo, ni para la mayoría de los desafíos cuando se llevan a cabo las operaciones de contrainsurgencia, pero la combinación de alta movilidad y potencia de fuego protegida, a veces puede resultar de importancia primordial en dichos ambientes.
La guerra urbana es otro ejemplo del papel ampliado de los tanques ABRAMS. El contraste entre Mogadiscio en 1993 y Bagdad en 2003, destacó el cambio fundamental en el rol que pueden jugar los tanques en un ambiente urbano. La falta de una presencia modesta de medios blindados estadounidenses en Somalia perjudicó los esfuerzos de la misión, lo cual requirió que en octubre de 1993 se solicitara a los medios blindados de las Naciones Unidas (fuerzas pakistaníes) preparar una operación de rescate de los Rangers del Ejército y a otras fuerzas de operaciones especiales. En marcado contraste, la veloz captura de Bagdad y la rápida derrota de las fuerzas organizadas de Irak a principios de la Operación Libertad Iraquí en 2003 fueron, en gran parte, el resultado de la incapacidad de los iraquíes para contrarrestar eficazmente los medios blindados pesados y sumamente móviles en un ambiente urbano.
Blindados versus poderío aéreo
Sin embargo, sin tomar en cuenta su eficacia en tales roles colaterales, actuar contra formaciones blindadas del enemigo sigue siendo el rol clave que juegan los tanques ABRAMS por varias razones. Si bien el poderío aéreo ha hecho importantes avances en su letalidad contra los medios blindados, según lo demostrado en las dos guerras del Golfo, este poderío tiene evidentes limitaciones. Por lo tanto, cualquier dependencia excesiva solo en el poderío aéreo para neutralizar a los medios blindados del enemigo creará un punto singular peligroso de fracaso en las capacidades militares de EEUU. Aunque, sin lugar a dudas, habrán casos en los que el poderío aéreo sea la mejor opción para lidiar con las unidades blindadas enemigas, hay demasiadas variables para depender del poderío aéreo como la única opción disponible. Por ejemplo, ¿qué pasaría si algún oponente futuro fuera capaz de desafiar el control del espacio aéreo de EEUU solo por algunos días cruciales al inicio de un conflicto?
Esta es la razón por la que los israelíes pagaron un alto precio por su dependencia en el poderío aéreo en las primeras fases de la guerra del Yom Kippur en 1973, cuando la eficacia de las defensas antiaéreas sorprendieron a los israelíes y temporalmente neutralizaron su superioridad aérea. En otros lugares, como por ejemplo en los bosques y las condiciones meteorológicas de Kosovo, junto con unas estrictas reglas de enfrentamiento, hizo ineficaz la adquisición y selección de blancos de los medios blindados serbios. La OTAN estimó que en las tres semanas de ataques aéreos, solo fueron destruidos aproximadamente doce tanques.
Si bien se alega que muchas de las armas de precisión entregadas por aire disponibles hoy en día pueden emplearse bajo cualquier condición meteorológica, el mal tiempo aún dificulta su uso, lo cual requiere una mayor comprensión y previsión de los riesgos de daños colaterales afines con la adquisición y selección de blancos. Además, los ataques contra medios blindados dispersos en un ambiente urbano frecuentemente implican reglas de enfrentamiento sumamente restrictivas y otros desafíos relacionados con la adquisición y selección de blancos para prevenir bajas de civiles innecesarias y daños a la infraestructura.
Si a esta ecuación se le agrega el impacto de los sistemas antiaéreos portátiles avanzados, tal como el SA-24, el cual se usó contra los aviones de la OTAN en Libia en 2011, entonces tendríamos una situación en la que los aviones tripulados tendrían que volar mucho más alto, mientras que las aeronaves armadas no tripuladas que vuelan a una altura más baja quedarían más vulnerables. Todo esto degrada la capacidad de adquisición y selección de blancos, así como la de entregar cargas explosivas con precisión, no solo contra los medios blindados, sino también contra otros blancos. Consecuentemente, una amenaza contra el enemigo que solo incluye los medios aéreos no siempre sería una opción viable.
Por el contrario, la disponibilidad de unidades blindadas pesadas capaces de llevar a cabo las operaciones contra-carro proporciona a los planificadores aliados mucha más flexibilidad y una amplia gama de opciones para adaptar las operaciones, presentando simultáneamente a los adversarios el problema de reaccionar rápida y eficazmente ante toda la línea de acción que se puede seleccionar.
Conjunto de mejoras
Vamos a estipular que en el futuro las fuerzas de combate terrestre de Estados Unidos deben seguir estando compuestas por una combinación de fuerzas que, como vemos hoy en día, van de ligeras a mecanizadas pesadas. ¿Cuáles son las capacidades que proporcionarían los tanques de combate principales en el componente mecanizado pesado de esta combinación, cualquiera que sea su tamaño relativo en la fuerza general?
Las soluciones tácticas que merecen una seria consideración no pueden ser concebidas con una escasez de recursos, y cualquier mejora futura para los medios blindados pesados en las Fuerzas Armadas de EEUU debe contemplar presupuestos austeros en el futuro. La conclusión de las guerras de desarrollo de nación en Asia y las decisiones difíciles que serán impuestas en el Congreso y la Casa Blanca por los enormes déficits federales actuales, casi ciertamente darán auge a una era de menos recursos para el Departamento de Defensa. Por lo tanto, las iniciativas de desarrollo de nuevas armas principales serán mínimas. Los sistemas completamente nuevos y más avanzados implican demasiado riesgo tecnológico, requieren largos períodos para desarrollarlos y desplegarlos y, a menudo, incluyen aumentos sustanciales en el costo por unidad. En la era que se avecina, es poco probable poder tolerar tales costos y riesgos de nuevos sistemas terrestres.
Sin embargo, es posible que unas mejoras clave en el M1 ABRAMS actual incrementen sustancialmente la eficacia de esta plataforma con un nivel manejable de riesgos tecnológicos y costos para prolongar su vida útil. El elemento clave es fusionar los puntos fuertes de los tanques ABRAMS con tecnologías prometedoras. El carro ABRAMS es móvil, de gran supervivencia, y letal para los blancos en la línea de mira a una distancia de 4 a 5 kilómetros. Con esto en mente, el diseño de su motor se basa en tecnologías antiguas, lo cual significa que requiere, con más frecuencia, el reaprovisionamiento de combustible, y su cañón principal no puede alcanzar blancos más allá de 5 kilómetros, o de su línea de mira.
Alcance aumentado
Al tener en mente el bajo número de pérdidas sufridas por los tanques ABRAMS como resultado de acciones enemigas en las Operaciones Tormenta del Desierto y Libertad Iraquí, se podría alegar que las limitaciones de alcance de los M1 impidieron el uso táctico óptimo, mucho más que la acción enemiga. En la Operación Tormenta del Desierto se requerían tremendos esfuerzos para mantener abastecidas de combustible a las fuerzas mecanizadas de EEUU, lo cual originó el horario de la guerra terrestre. Las limitaciones similares relacionadas con el combustible estorbaron las actuaciones en la Operación Libertad Iraquí en 2003. Por ejemplo, en una ocasión, una brigada solo contaba con una hora de combustible antes de que se agotara su reserva. Además, las fuerzas estadounidenses tuvieron que ser desviadas de su marcha hacia Bagdad para aislar y despejar las áreas urbanas usadas por las fuerzas irregulares iraquíes donde podían impedir los convoyes de abastecimiento estadounidenses. En Bagdad se perdieron varios camiones que transportaban municiones y combustible mientras aguantaban el acoso del fuego enemigo para alcanzar a las unidades blindadas aisladas que controlaban intersecciones clave (unidades que urgentemente necesitaban ser reabastecidas). Por lo tanto, ya es hora de reevaluar las opciones para aumentar el alcance de los tanques ABRAMS.
Durante más de tres décadas de servicio de los tanques M1, el Ejército ha modernizado o reemplazado casi todo en los tanques, salvo el motor de turbina Textron Lycoming AGT 1500 original (basado en una tecnología que data de finales de la década de los años 60). El Ejército otorgó un contrato de desarrollo en el año 2000 para un nuevo motor de turbina que pudiera usarse tanto en el tanque ABRAMS como en el vehículo de artillería CRUSADER, planificado en ese momento. Sin embargo, esta iniciativa acabó poco después de que se cancelara el programa del CRUSADER. El Programa de modernización del sistema M1A2 agregó un equipo generador auxiliar, el cual conserva combustible al disminuir la necesidad de mantener el motor encendido, en marcha mínima, cuando el tanque está detenido. En 2007 el Ejército comenzó el programa de Revitalización total del motor integrado (TIGER, por sus siglas en inglés) para el AGT 1500, pero con el objetivo de mejorar la durabilidad, no el ahorro de combustible.
La tecnología de motores ha avanzado mucho desde la introducción del ABRAMS. Los 1.500 caballos de fuerza del motor de turbina del M1 originalmente se destacaron de los otros motores de tanque por su potencia, pero en la actualidad, muchos otros carros de combate principales igualan dicho rendimiento con motores diésel más eficientes. Por ejemplo, el tanque tipo LEOPARD II necesita un 37% menos de combustible, pero tiene un alcance mayor del 5% del que tiene el M1.
Evidentemente, la decisión de reemplazar el motor del M1 implicaría un diverso conjunto de factores que no se detallan en el presente artículo. Sin embargo, con las limitaciones tácticas que surgen del alcance actual del tanque M1, junto con la madurez de la tecnología de motores diésel y la edad del motor actual del M1, la conversión a un nuevo motor (diésel u otro tipo) merece una seria consideración.
La industria llevó a cabo unas exitosas pruebas con un motor diésel en el M1 en 1997, en caso de que un comprador quisiera combinar un motor diésel con el tanque M1, lo cual sugiere que los asuntos de compatibilidad son manejables. Una pregunta clave de ingeniería sería las diferencias de volumen que existe entre un motor diésel y el actual motor de turbina. Si el motor diésel es más grande, podría ser necesario reducir la capacidad interna de combustible, por lo menos parcialmente, lo que cancelaría cualquier aumento en el alcance.
Además, cualquier reducción de consumo de combustible para el tanque ABRAMS debe ser considerada en el contexto organizacional adecuado. Los tanques raramente operan por sí solos, sino más bien como parte de batallones de armas combinadas en un equipo de combate de brigada blindada. Todo batallón de armas combinadas cuenta con 58 tanques ABRAMS y más del doble de otros vehículos, lo que, por consiguiente, diluye el ahorro de combustible general si solo el ABRAMS llega a ser más eficiente.
Sin embargo, reducir la necesidades de combustible de los tanques M1 podría producir un efecto dominó en las unidades logísticas. Las unidades logísticas con un menor nivel de supervivencia pueden reducir la necesidad de hacer el recorrido en territorio poco seguro y así minimizar los riesgos relacionados. Una reducida demanda de combustible para los tanques ABRAMS también podría permitir la reorganización de unidades logísticas, lo que proporcionaría mano de obra a otras unidades. Por último, una demanda menor de combustible podría significar un menor número de personal logístico necesario en las primeras fases críticas de un despliegue.
Otras preguntas en cuestión incluyen los asuntos tácticos relacionados con los cambios que tienen que ver con el ruido o salida de humo y la pérdida de aceleración con el uso del motor diésel, en lugar del motor de turbina. El motor de turbina proporciona una aceleración excelente y cualquier reducción en esta capacidad debe ser investigada debido a sus implicaciones tácticas.
Enfrentamiento sin línea de mira
El tanque ABRAMS es singular en cuanto a presentar las amenazas tanto de energía química (proyectiles de alto explosivo antitanques) como de energía cinética (proyectiles sabot -munición perforadora de blindaje), lo que complica los esfuerzos defensivos del enemigo. Sin embargo, si bien el cañón de 120mm del M1 es sumamente preciso y letal, su fuego está limitado a blancos en la línea de mira hasta una distancia de aproximadamente 5 km.
La introducción de un nuevo proyectil de alcance medio sin línea de mira (NLOS, por sus siglas en inglés) para dicho cañón aumentaría, en gran medida, el área de enfrentamiento, al permitir que las unidades de tanque ABRAMS más dispersas ejerzan su influencia sobre un mayor terreno. Indudablemente, estos proyectiles serían más costosos que los que se usan actualmente en el M1, pero sus costes se compararían favorablemente con los de usar municiones de precisión de una aeronave, si se incluyen los costos de operación de las plataformas de lanzamiento. Además, esa capacidad de atinar a blancos a distancia media produciría beneficios en cuanto a la supervivencia, lo cual permitiría que los tanques ABRAMS comenzaran un enfrentamiento desde más allá del alcance de la mayoría de las amenazas anti-blindajes basadas en el terreno. En la última década, el desarrollo de una variedad de municiones de precisión más pequeñas y menos costosas, la mayoría de las mismas para el uso en los vehículos aéreos no tripulados, pueden disminuir los riesgos que involucra el desarrollo de un proyectil de precisión para el tanque M1.
Con los avances en los sistemas antiaéreos ya vistos en la actualidad, especialmente los sistemas antiaéreos portátiles, puede resultar beneficiosa la capacidad de atacar a blancos terrestres con municiones de precisión en algunas áreas, sin la necesidad de que aviones costosos vuelen en esas áreas, o que se usen costosas municiones de precisión de largo alcance. Actualmente, el Ejército cuenta con esta capacidad en sus fuerzas de artillería de tubos y cohetes, por ejemplo, el proyectil Excalibur de 155mm y el proyectil del sistema de lanzacohetes múltiple guiado. Sin embargo, extender esta capacidad para incluir el tanque M1, de gran supervivencia y móvil, proporcionaría a los futuros comandantes más opciones en ambientes con altos niveles de amenazas.
Con una capacidad NLOS, una fuerza de tanques M1 podría avanzar, en algunos casos, rápidamente y degradar las defensas antiaéreas al mezclar los efectos de los movimientos relámpagos en Bagdad en 2003 con el rol jugado por los aviones F-117 en 1991. En la guerra Yom Kippur de 1973 los israelíes sufrieron grandes pérdidas ante las defensas antiaéreas egipcias sorprendentemente eficaces, hasta tanto las unidades terrestres israelíes pudieron hacer contacto con estas defensas antiaéreas y destruirlas.
El Ejército de EEUU estaba investigando este tipo de proyectil en la munición XM1111 de alcance medio, en relación con el programa de Sistemas de combate futuros (FCS), al conceder un contrato de desarrollo en 2008. Con un alcance máximo planeado de 12 km, como mínimo, el proyectil XM1111 autoguiado hubiera podido permitir que un M1 actuara contra blancos en un área casi seis veces más grande que con el actual alcance de 5 km. Sin embargo, el Ejército terminó el programa XM1111 en mayo de 2009 como parte del desmantelamiento general del programa FCS.
Cualquier munición futura similar involucraría varios desafíos logísticos, de entrenamiento e inteligencia. El proyectil debe encajar en el existente bastidor de municiones interno del tanque M1 y el entrenamiento de la tripulación, y las ramificaciones en cuanto al volumen de trabajo requerirían análisis. Es probable que una tripulación de tanque que adquiera y seleccione blancos, dispare y rastree un proyectil NLOS se aparte del combate de fuego directo y, por lo tanto, se debe analizar las ventajas y desventajas tácticas. Con esta capacidad de ataque guiado de precisión, el tanque ABRAMS tendría una mayor necesidad de adquirir y procesar los datos de selección y adquisición de blancos de precisión que, a su vez, podría requerir un cambio en las capacidades de los sensores en el equipo de combate de brigada blindada (actualmente equipado con cuatro vehículos aéreos no tripulados tipo Shadow).
Evaluación en combate
El tanque ABRAMS ha servido bien en las últimas tres décadas, pero el argumento para su rol continuado podría necesitar algo de apoyo. Con el enfoque futuro de las Fuerzas Armadas de EEUU en la región del Pacífico, puede ser una necesidad menor para el uso de grandes concentraciones de vehículos blindados. Sin embargo, esto no pone fin al uso de los medios blindados. Un menor número de tanques ABRAMS más capaces podría mitigar algunos desafíos relacionados con la movilidad estratégica y la logística operacional, mientras todavía presenta al enemigo una amenaza sumamente letal, móvil y de supervivencia. Además, los acontecimientos recientes en Ucrania han renovado el interés en el ABRAMS. En septiembre de 2014, el Ejército anunció que las unidades estadounidenses que usan los tanques ABRAMS y transportes blindados tipo BRADLEY, participarían en ejercicios en Europa Oriental durante tres meses, comenzando en octubre de ese mismo año.
Si se implementa exitosamente el conjunto de mejoras descritas en el presente artículo al tanque ABRAMS, es posible que su rol se vea ampliado. De interés especial podría ser cómo un tanque ABRAMS modernizado trabajaría con las fuerzas de operaciones especiales, el papel que podría desempeñar en los asaltos anfibios y su utilidad para degradar las defensas antiaéreas.
El tanque ABRAMS podría ser mucho más útil de lo que es en la actualidad. Las mejoras pueden resultar clave en los argumentos sobre su lugar y la fuerza futura. Se debe usar la modelación y simulacros para estudiar las implicaciones de usar los tanques ABRAMS modernizados en un amplio espectro de ambientes de combate contra diversas amenazas. Si bien el enfoque del presente artículo ha sido sobre los pertrechos militares, las implicaciones de modernizar exitosamente el ABRAMS se extienden más allá de los beneficios discutidos aquí, y podrían incluir significativas mejoras en la doctrina, organización y entrenamiento.
Ficha Técnica:
– Peso: 60 toneladas (M1)
– Longitud: 9,78 m.
– Anchura: 3,47 m (sin faldones) – 3,66 m (con faldones).
– Altura: 2,43 m.
– Tripulación: 4 (comandante, artillero, cargador, y conductor).
– Blindaje: 1.300mm de Chobham, RHA y planchas de malla de uranio empobrecido encofradas en acero.
– Arma primaria: Cañón de ánima rayada del calibre 105mm M68 (M1). Cañón de ánima lisa de calibre 120mm M256 (M1A1, M1A2, M1A2SEP).
– Arma secundaria: 1 ametralladora pesada M2HB de calibre 12,70mm (.50 BMG). 2 ametralladoras M240 del calibre 7.62mm, una montada sobre pivote en la torre y otra coaxial.
– Motor: Turbina Honeywell AGT1500. Motor de tipo turbina policarburante con un consumo de 14,8 litros/km. 1500 caballos de fuerza (1119 kW).
– Relación potencia/peso: 24,5 cv/tm.
– Velocidad máxima: 67,72 km/h (en carretera) – 48,3 km/h (a campo traviesa).
– Capacidad de combustible: 1.900 litros.
– Autonomía: 465,29 km (sin equipamiento adicional) – 449,19 km (con el sistema NBQ).
– Transmisión: Allison DDA X-1100-3B.
– Rodaje: Orugas tractoras con 7 ruedas de rodaje a cada lado.
– Suspensión: De barras de torsión.