Pienso que lo que vale para casi todo no vale eficazmente para casi nada. No suelo confiar en aquellos productos descritos y definidos como universales. Por tanto, y como era de suponer, en lo relativo a las fundas de armas cortas también opino lo mismo.
Décadas atrás quedaron aquellas bolsas amorfas, inconsistentes e inseguras, normalmente confeccionadas con nylon o cuero, que tuve que usar para llevar tanto pistolas como revólveres. Aunque mis primeras pistoleras modernas y seguras fueron traídas personalmente desde los Estados Unidos en 1999, no fue hasta un año más tarde cuando empecé a sacarles partido fuera del campo de tiro.
Me miraban como a un bicho raro por usar una funda antihurto que, para colmo, no era ni de cuero ni de Cordura (nylon). Era completamente de plástico, por lo que más de un policía me llamaba majareta, entre otras cosas. También me insultaban sangrantemente, pero lo hacían por las mismas razones por las que tres lustros después siguen haciéndolo. Si yo fuese como ellos, también odiaría a un tipo como yo, razón que no hace más que aumentar mi desprecio hacia ellos. La cosa es que, miren ustedes por donde, hoy todos aquellos detractores emplean fundas como las que yo usaba y proponía al inicio de la era 2000.
No es que yo fuese un gran visionario ni mucho menos, simplemente estaba intentado evolucionar. Quería abandonar la caverna en la que todavía habitan demasiados invernadores de cerebros oxidados por inactividad. Es más, ahora muchos de aquellos incluso las promueven en aras de rascar pingües beneficios económicos, pese a estar engañando descaradamente a sus propios compañeros. Pero no pasa nada, como la peña no sabe que no sabe, pues no se entera de la misa la mitad. Éstos, que suelen estar doctorados en “Legañalogía”, acostumbran a llegar muy lejos. La vida.
Pero bueno, vamos a lo que vamos. Para el porte oculto de armas cortas soy partidario de las fundas construidas con Kydex. Dicho esto, y como norma general, me declino principalmente por las fundas interiores, ésas que obligan a llevar el arma por dentro del pantalón. Si bien es verdad que en mi caso concreto son las condiciones climatológicas las que casi me conducen a ello, al vivir en una zona en la que las bajas temperaturas resultan algo anecdótico a lo largo del año (motivo por el que la indumentaria a consumir suele ser ligera y no muy larga), no es menos cierto que me gusta tener fundas de varios tipos para, según sea la vestimenta que vaya a utilizar, tirar de un tipo de funda u otro. Todo esto, obviamente, en aras de ganar discreción y eficacia en el desenfunde y enfunde, o sea, seguridad.
Creo que siempre no se puede llevar el arma en la misma funda. Para cada momento y circunstancia existe una ubicación ideal dentro del mapa anatómico, así como una pistolera más idónea, ya sea para obtener la siempre deseada comodidad, o para ganar la seguridad anteriormente mencionada. Lo que se porta incómodamente acaba resultando de tal engorro que se termina no usando, siendo el cajón de la mesita de noche la siguiente opción de porte (más bien de depósito). Es por lo que recomiendo invertir con cabeza en más de una funda. De nada sirve ser titular de la más moderna y cara pistola, si llevarla debajo del jersey o de la americana supone una molestia. Esta es la principal razón por la que las mesitas de noche se convierten en improvisados armeros.
Dicho todo lo anterior, hoy presento la funda Optimus OWB del fabricante español Gorilla Concealment, un productor de fundas y accesorios construidos con el extendido, resistente y moldeable Kydex; aquel polímero que en mi acervo privado desterró para siempre el hilo y el pellejo tratado. La producción en serie “made in Ibérica” por fin ha llegado, metiéndonos poco a poco en el siglo XXI.
La OWB es una funda exterior destinada a los profesionales que trabajan de paisano en labores propias de unidades de investigación, vigilancia, seguimiento, protección de personas, etc. Pero claro, si un producto de esta clase es capaz de ofrecer ventajas durante las horas de servicio de paisano, también puede ofrecerlas en las franjas horarias ajenas al trabajo: policías francos de servicio. Esta funda, por extensión y pura analogía, tampoco debería ser despreciada por aquellos ciudadanos titulares de la codiciada Licencia de Armas tipo B, la cual permite a un particular moverse libre y legamente armado por todo el territorio nacional.
El confort durante el porte fue, junto con la calidad del moldeado, lo que más positivamente me impresionó durante las dos semanas que estuve probándola mientras realizaba todos mis quehaceres diarios. La funda Gorilla OWB llegó a mi buzón con varios sistemas intercambiables de agarre, todos ellos regulables en altura, si bien solamente la he evaluado con la trabilla que mejor se adapta a los cinturones de vestir que normalmente utilizo en mi día a día civil, doméstico y familiar. También me ha gustado mucho el pulimentado del acabado final, sobre todo en los cantos, lo que evita arañazos en las manos y desgarros en las prendas textiles de abrigo, a la hora del desenfunde precipitado.
Huelga decir que estas fundas, por no ser interiores, o sea, por no ir colocadas por dentro de la cinturilla del pantalón, pierden algo de capacidad de discreción frente a las fundas interiores (ocurre con todas las fundas exteriores de paisano, estén confeccionadas con cuero, nylon, etc.), motivo por el que el diseñador de Gorilla se ha esforzado en lograr reducir al máximo el tamaño de la funda, sin perder el resto de prestaciones; todo lo cual deriva en un producto mucho más ocultable de lo que personalmente esperaba antes de adquirirlo. Significar que le he hecho saber al fabricante que tras la devolución del arma a la funda sería deseable, puede que incluso conveniente, poder percibir auditivamente el anclaje del guardamonte, que realmente de por sí ya es muy bueno, mediante un onomatopéyico “clic”. Tengo que decir que tan pronto propuse la sugerencia recibí como respuesta que se pondrían manos a la obra. Saben oír, en aras de mejorar.
Independientemente de a qué fabricante nos asomemos, el Kydex siempre facilita el desenfunde y la introducción del arma en su sitio con una sola mano, aun cuando la funda se lleve oculta bajo varias prendas de vestir. Esta es, y no otra, la mayor y más clara ventaja de este funcional polímero frente a las tradicionales fundas elaboradas con cuero, serraje, tela, lona, Cordura, etc.
1 Comentariro
A. Miguel
Hacía tiempo que esperaba una marca española de fundas de armas y accesorios. Es una pena que acabe de adquirir unas fundas Vega de cuero. Bueno, de kydex aún no tengo nada… Seguro que pronto picaré. Muchas gracias, Ernesto, por tu trabajo. No cabalgas solo en la llanura de la incomprensión.