Aunque en España todos los cazadores nos consideramos unos grandes tiradores, la realidad es que somos, con diferencia, el país donde menos cartuchos se disparan fuera de las jornadas de caza. Si muchos de nosotros practicamos el tiro con escopeta y tiramos varias cajas, o cajones, en un año, ¿por qué no hacemos algo similar con los rifles y el tiro de caza mayor?
El arte de disparar, como casi todo en la vida, es una combinación de técnica y práctica. Un cazador que sólo dispare las balas correspondientes a sus lances (esto que voy a decir es polémico), seguramente no estará suficientemente preparado ni tendrá la práctica necesaria. Cuanto más practiques el tiro, mejor dispararás. Es así de sencillo.
El tiro estático es teóricamente más fácil y requiere de menos práctica; es decir, el tiro en rececho perdona más la falta de práctica.
El tiro en movimiento, ya sea en batida o en montería, requiere de práctica. Los cazadores de menor practican infinitamente más, ya sea en jornadas de tiro al plato, o simplemente porque el número de lances siempre es superior al de la caza mayor, y por tanto se ejecutan muchos más disparos. El cazador de mayor, con suerte, disparará unos 20 cartuchos en toda la temporada, llegando a la cuarentena los más privilegiados. Cantidades que no equivalen ni a una serie de tiro al plato…
Aunque el tiro en la galería no es comparable al tiro en un lance, sí que es importante practicarlo de vez en cuando. En este sentido, no se trata de tirar solamente apoyado, ¡para nada!, está bien asegurar que el rifle está a tiro, pero eso lo comprobamos y vemos en tan solo 3 disparos.
Es conveniente por ejemplo acudir al campo de tiro y realizar disparos de pie y sin apoyos a dianas ubicadas a 50 metros, e incluso practicar el tiro en movimiento, es decir, hacer que «seguimos» al animal, y disparar cuando pasemos por el blanco. O incluso practicar el encare y disparo rápido a 50 metros. En el caso de contar con un campo de tiro con blancos en movimiento, estaremos ante el mejor entrenamiento. A este respecto, resulta muy importante aprovechar para practicar la recarga rápida en caso de que cacemos con rifles de cerrojo o rifles de palanca.
Si realizamos estos sencillos ejercicios fuera de la temporada de caza, y tiramos unas 3 o 4 cajas anuales de cartuchos de caza mayor (podemos recurrir a munición para prácticas de marcas más económicas, ya que a 50 metros no habrá grandes diferencias), a buen seguro que mejoraremos sensiblemente nuestro porcentaje de aciertos en los lances cinegéticos.