Tras la Guerra con Corea, los Estados Unidos se encontraron con la necesidad de modernizar su fusil de asalto. El diseño del AR-15 sobresalió entre otras armas y llegó al campo de batalla como el nombre de rifle M16. Éste era un rifle preciso y devastador, con un diseño que permitía ver cómo el proyectil caía desde el aire hasta su objetivo. Este tipo de proyectiles causaban graves heridas sobre el objetivo. Pero desde sus inicios, el M16 ha tenido los siguientes dos problemas: un cartucho con un proyectil demasiado pequeño (4 gramos) y de poca potencia; y una plataforma de arma poco fiable y propensa a atascarse debido a defectos básicos de diseño.
A pesar de las mejoras progresivas, el fusil M16 del calibre 5.56 mm OTAN no puede competir eficazmente en los ambientes de combates actuales ni en los previstos, debido al comportamiento físico y el rendimiento balístico, el terreno de combate y la naturaleza y características de guerra del enemigo. Aparentemente, el Ejército de EEUU hará cualquier cosa para seguir andándose entre las ramas, a fin de mantener operacional esta reliquia de cartucho 5.56x45mm utilizado en la guerra Fría, y con medio siglo de antigüedad. Es hora de que se adopten proyectiles más potentes y armas de combate básicas (ACB, por sus siglas en español), para cumplir con los requisitos de rendimiento actual y emergente.
Del MP-44 al M16
Cuando apareció el primer fusil de asalto oficial en el campo de batalla, el fusil alemán MP-44, llamado “Sturmgewehr” o fusil de asalto, su propósito era proveer a la infantería alemana de una mayor potencia de fuego, al sustituir al fusil K98 de cerrojo de 5 cartuchos del calibre 8mm, por un fusil de asalto completamente automático de 30 cartuchos del 7.92 mm. Este desarrollo fue un salto significativo en cuanto a la potencia de fuego para el soldado en combate individual en la Segunda Guerra Mundial. No es casualidad que el altamente calificado y prolífero fusil ruso AK-47 se pareciera mucho al MP-44, incorporado cinco años antes. El capturado diseñador alemán del MP-44, Hugo Schmeisser, estaba trabajando en la misma fábrica rusa donde Mikhail Kalashnikov diseñaba el AK-47 y, evidentemente, Schmeisser, en gran medida, influyó en el diseño.
Al tomar en cuenta la evolución en la tecnología de armas portátiles y los requerimientos de combate, Estados Unidos tuvo que actualizar la potencia de fuego de sus ACB, lo que le llevó a sustituir los potentes pero pesados fusiles M1 Garand del calibre .30 y los fusiles automáticos Browning. El subsiguiente desarrollo de las ACB se vio influenciado por un estudio del Ejército que señalaba que solo del 15 al 25% de los soldados estadounidenses, realmente dispararon al enemigo durante la Segunda Guerra Mundial (50% en Corea). Si bien el estudio recibió muchas críticas y se señaló que era significativamente deficiente, en el plan de desarrollo de armas se siguió presumiendo de que se necesitaban armas que pudieran disparar un gran volumen de fuego a “tiros y ráfagas” —disparos mal apuntados y sin blancos definidos.
En la Segunda Guerra Mundial, en el Teatro del Pacífico, disparar a un enemigo resultó ser un gran problema porque las camufladas fuerzas japonesas se escondían en la selva, cuevas o fortificaciones y era difícil dar al blanco. Salvo por los ataques japoneses suicidas y ocasionales encuentros cercanos, los soldados dispararon en dirección general al enemigo. No tenían ninguna otra alternativa. El mismo inconveniente surgió en las junglas de Vietnam, donde el enemigo era, frecuentemente, indetectable.
En 1957, el Ejército seleccionó y asignó fusiles automáticos M14 con cargador de 20 cartuchos, de 9,7 gramos de peso cada uno, de calibre 7.62×51 mm, como la nueva ACB estadounidense. No fue acogido con gran entusiasmo porque era un fusil muy largo, demasiado pesado (5 Kg cargado) y tenía un fuerte retroceso. A pesar de estos inconvenientes, el alcance efectivo del M14 era de unos considerables 460 metros, con la versión tipo francotirador que tenía un alcance de 690 a 800 metros. El limitado entusiasmo acerca del pesado M14 inmediatamente condujo a buscar su reemplazo.
El resultado fue el diseño de la era espacial de Eugene Stoner, el M16 “plástico” de 5.56×45 mm (calibre .223), con el proyectil M193 con un peso de 3,6 gramos y un cargador de 30 cartuchos, con un peso total de solo 4 Kg cargado. Desgraciadamente, este fusil tiene una tendencia a trabarse debido a su método de operación de impacto externo, que expulsa gas y residuos directamente al accionador interno del arma. Tanto en calibre como en diseño, el M16 constituyó un dramático cambio de cualquiera de las ACB previamente adoptadas por Estados Unidos. Más tarde, el Ejército adoptó el cartucho mejorado M855 de 4 gramos, de 5,56 mm, que era menos eficaz que el M193 contra individuos a una distancia menor a 182,88 metros y más recientemente el “Cartucho de rendimiento perfeccionado” (EPR, por sus siglas en inglés) M855A1, el cual todavía no ha sido completamente evaluado.
Peso, Alcance y Calibre
El alcance máximo efectivo, tanto del M14 OTAN con un cartucho de 9,7 gramos, 7,62 mm, como del M16 con un cartucho M855 de 4 gramos, 5,56 mm, era de 460 metros. Esta similar clasificación resulta extraña, tomando en consideración la gran diferencia que hay entre los dos cartuchos. Según concluyeron los estudios, un alcance eficaz verdaderamente letal de un proyectil M885 del calibre 5.56 mm OTAN aproximadamente es de 200 a 250 metros. Por lo tanto, debido a que la mitad de los enfrentamientos ocurren a una distancia mayor de 300 metros, los rifles M16 son muy poco eficaces.
En 2009, un excelente estudio llevado a cabo por la Escuela del Estado Mayor General del Ejército, titulado “Increasing Small Arms Lethality in Afghanistan”, resumió el problema de forma magistral, y no solo se circunscribió a Afganistán. El estudio concluyó que las armas, la letalidad del cartucho, la óptica de combate, la doctrina y el entrenamiento de tiro, en gran medida, son inadecuadas, lo que cobra las vidas de los soldados estadounidenses. Después de un gran volumen de pruebas operacionales, se concluyó que la ACB del Ejército de EEUU era sumamente insuficiente para abordar una amplia gama de dinámicas en el campo de batalla y, finalmente, el Ejército comenzó a tomar los pasos necesarios para mejorar el alcance y la letalidad máxima de los M16.
El peso, alcance y calibre del M16 resultó efectivo en la guerra selva adentro, pero menos eficaz para combatir en el desierto, montañas, valles y combates cercanos. El mismo Ejército demostró pruebas de obsolescencia en cuanto al M16, cuando la 101ª División Aerotransportada y otras unidades comenzaron a usar cartuchos del calibre 7.62 mm del M14 significativamente mejorado, en los combates en montaña donde el M16A4 y el M249 básicamente demostraron ser ineficaces. Entretanto, los mismos soldados usaron los AK-47 capturados para poder competir mejor en el terreno montañoso.
Nueva Munición
El arma básica de combate requiere centrarse en la transferencia de suficiente potencia hacia el objetivo como para incapacitar al enemigo a través de todo el espectro general de ambientes de combate. Tanto un nuevo cartucho como una plataforma más fiable debieron haber sido proporcionadas desde hace tiempo para cumplir con estos requerimientos. El nuevo cartucho y plataforma de disparo no solamente debe probar ser eficaz en combate cercano, sino también debe contar con la potencia balística necesaria para emplearse adecuadamente en las escarpadas montañas, cruzar distancias de medio a largo alcance y enfrentarse a objetivos en combate de larga distancia a través de un terreno desértico.
El nuevo cartucho y plataforma de disparo debe poder penetrar a través de vehículos a cierta distancia, triunfar en combates de azotea a azotea, duplicar su alcance como un fusil de tipo francotirador para largas distancias, de ser necesario y, además, ser sumamente fiable. De diseñarse bien, el cartucho puede reemplazar al M16 del calibre 5.56 mm y posiblemente a las ametralladoras del 7.62 mm, proporcionando un significativo ahorro en el coste. La asequibilidad requiere que se intente reducir el actual sistema de armas para cada tipo de fuego, incluyendo el asalto directo, combate cercano, saturación, francotirador y destrucción de vehículos.
En otro intento por resolver las significativas deficiencias del M16, recientemente el US Army desarrolló el cartucho EPR M855A1 de 5.56 mm, 4 gramos de peso, y libre de plomo, con un penetrador de punta de acero en forma de flecha y un propulsor más potente. Según un informe del Ejército, este «súper cartucho» tiene mejor rendimiento de penetración de blindaje a 350 metros de distancia que el M855 del calibre 5.56 mm y el M80 del 7.62 mm, así como mejor rendimiento sobre blancos duros que el calibre 7.62 mm y es bastante preciso hasta 600 metros de distancia. Además, cuenta con una mejor capacidad de penetración de vehículo, vidrio y estructura y, según se dice, el tipo francotirador ha eliminado a combatientes enemigos a una distancia de hasta 700 metros con el nuevo cartucho. Sin embargo, es demasiado pronto para evaluar el rendimiento a largo plazo de este nuevo cartucho en muchos y distintos escenarios y ambientes, incluyendo qué efectos adversos puede tener en las plataformas M16, M4 o M249. La comunidad de expertos en armas de fuego y balística no ha tenido oportunidad de someter a prueba el rendimiento balístico terminal de este nuevo cartucho.
Requisitos de Combate
En cuanto a los requisitos de combate de corto alcance y combate cercano, el Ejército estadounidense se enfrenta a características enemigas similares a las de la guerrilla de Moro durante la guerra Filipino-estadounidense y las de los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. El ambiente de combate de la guerra Filipino-estadounidense llevó al desarrollo de la pistola modelo 1911 de calibre .45. Del mismo modo que lo hacen hoy los musulmanes extremistas de al-Qaeda, los Moros tuvieron una alta moral en el campo de batalla y usaban drogas para sentirse más valientes e inhibir el dolor. Se requería municiones con una significativa potencia de fuego para repeler sus fanáticos ataques. Durante la Segunda Guerra Mundial, la pistola automática Colt de calibre .45, con balas revestidas completamente en metal de 259 metros por segundo, pasó la prueba contra las fanáticas fuerzas japonesas y los frecuentes ataques suicidas.
Por el contrario, ha habido muchos casos, especialmente en los combates cercanos y el combate de casa a casa en Irak, en que el proyectil de pequeño calibre 5.56 mm, con una alta velocidad de 914 metros por segundo, penetró a través del centro de masa [el torso] de combatientes enemigos sin ocasionar daño suficiente, lo que le permitió al enemigo continuar el ataque contra los estadounidenses. La entrada y salida del proyectil se producía de manera tan rápida (efecto de piqueta), que el enemigo combatiente no se daba ni cuenta de que había sido herido, a menos que recibiera más balazos o que la hemorragia interna finalmente lo derribara.
Los soldados han estado exigiendo un arma de nuevo calibre (más fiable) para garantizar que un solo disparo a corta distancia sea suficiente para derribar al enemigo y que se desempeñe eficazmente en los distintos ambientes actuales y futuros de mayor distancia en los que operan las fuerzas de combate, ya que se enfrentan a armas de calibre más pesado y con mucho mayor alcance y potencia de fuego.
Un nuevo rifle más versátil y fiable
Las fuerzas de combate de Estados Unidos requieren contar con una ACB versátil y fiable, que tenga la posibilidad de incapacitar al enemigo a muy corta distancia y con la suficiente energía balística para caerle encima, con significativas ventajas a larga distancia. Podemos tanto analizar los recientemente desarrollados cartuchos actuales de calibre 6.5 mm o intentar desarrollar una nueva familia de costosas municiones. Un buen lugar para empezar es evaluar el recién desarrollado Lapua Scenar de 6.5 mm, de 8 gramos, con su alta velocidad, trayectorias rasantes y mayor poder de destrucción que el cartucho de 5.56 mm con una trayectoria mayor de 600 metros de distancia. La nueva familia de proyectiles del calibre 6.5 mm tiene más del doble de letalidad que el proyectil de 8 gramos, y no se torna subsónico hasta los 1.165.86 metros; Además, si puede ver un blanco, teóricamente hablando, lo puede impactar.
Usando un fusil M16A4, el 5.56 mm (M855), con una bala de 4 gramos, a una distancia de 457,2 metros, alcanza una velocidad que va de 530 a 360 metros por segundo. En cambio, un cartucho estándar del 6.5 mm, de 8 gramos, Lapua Scenar, que usa un cañón de 24 pulgadas, tiene una velocidad de 571 metros por segundo. A fin de obtener una comparación más elaborada, digamos que una pistola Colt automática del calibre .45 modelo 1911, revestida completamente en metal y disparada a quemarropa, tiene una velocidad de 254 metros por segundo. Los cartuchos Lapua Scenar de 6.5 mm y 8 gramos, superan en gran medida esta capacidad de aniquilación a más de 548,64 metros. Dicho rendimiento ayuda a mantener a los soldados fuera del radio de aniquilación del enemigo, al superarlo con un mayor alcance y capacidad de destrucción.
Competidores
El ultraligero Grendel del calibre 6.5 mm de la compañía Alexander Arms es otro fusil de asalto bien diseñado, que supera en potencia y fiabilidad al actual M16A4. El Grendel utiliza un sistema más fiable de pistón de gas, el cual es raro que se atasque, incluso después de disparar cientos de cartuchos y estar expuesto al agua, el lodo y la arena.
Otro competidor que supera al M16 es el Barrett 6.8 SPC REC7. Tanto el fusil Alexander Arms de 6,5 mm Grendel como el Barrett de 6,8 mm REC7 son compatibles con la actual configuración del M16A4 y M4, lo que reduce los requerimientos de entrenamiento y guía; no obstante, el Grendel cuenta con más mejoras de rendimiento que el M16A4 y el M4, tales como un diseño operado por pistón de gas concebido por su alta fiabilidad en combate. La significativa diferencia que hay entre los dos es el arma del calibre 6,5 mm versus el de 6,8 mm. El arma de calibre 6,5 mm tiene mejor rendimiento en distancias más largas y encaja en un cargador de 5,56 mm.
Se requieren pruebas adicionales y siempre existe la posibilidad de diseñar una plataforma completamente nueva en torno al actual cartucho, o una mejorada de 6,5 mm. Puede ser apropiado proporcionar un grupo de armas de chasis de M16 con cartuchos de calibre 6.5 mm para llevar a cabo pruebas de campo operacionales en Afganistán por medio de las fuerzas desplegadas, comparándolo con el M885 de 5,56 mm, el EPR M885A1 y el AK-47. La investigación debe analizar posibles optimizaciones de un cartucho EPR del 6.5 mm aún más potente; sin embargo, el cartucho mejorado puede que no sea ideal para todas las condiciones de combate.
El entrenamiento se modificaría para enseñarle al soldado a aprovechar un arma tan potente a través del uso de fuego de precisión versus uno de “tiros y ráfagas”. El peso de carga de las municiones es ligeramente mayor; sin embargo, la ganancia en cuanto a la confianza del soldado y la potencia, alcance, fiabilidad y precisión, puede valer el sacrificio. Una carga básica de municiones Lapua Scenar de 210 cartuchos del calibre 6.5 mm, 8 gramos, pesaría aproximadamente 2 Kg más que la actual carga de combate del calibre 5.56 mm. Si bien el cartucho pesa más, cada cartucho contiene mucha más capacidad de aniquilación en todas las distintas distancias.
¿Tendrá que pasar otra mitad de siglo antes de que las fuerzas estadounidenses adopten un arma que sea fiable y pueda igualar los ambientes de combate de espectro total, enfrentados por las fuerzas de combate estadounidenses actuales y futuras? ¿Se necesita realmente que se lleve a cabo otro análisis importante sobre este asunto cuando ya hay buenos sistemas de reemplazo?
Si bien tras cada evaluación comparativa seria, hecha por muchos y distintos expertos en armas, se ha llegado a la conclusión de que el M16 está operacionalmente anticuado y ha estado anticuado durante décadas, el repertorio de armas del calibre 5.56 mm de medio siglo de antigüedad todavía sigue en uso. El M16 parece haber estado protegido por el manto del “santo grial” de las Fuerzas armadas de Estados Unidos, el cual jamás ha sido criticado o desafiado. Después de décadas de descontento con la plataforma ACB, el Ejército, finalmente, logró incorporar el previamente mencionado cartucho mejorado de 5.56 mm (el EPR M855A1). Por lo general, el desarrollo y adquisición de armas sigue los dictámenes de la tecnología y el campo de batalla, por lo que es sorprendente que se necesitaran más de 50 años para hacer alguna significativa mejora a esta legendaria arma básica de combate: el M16.
Vídeo de presentación del rifle BARRETT REC7:
Vídeo de presentación del rifle Grendel 6.5mm:
1 Comentariro
Wilmer
Desde que los suecos crearon el 6.5 x 55 se supo, que el calibre mínimo recomendado, para un fusil de combate es 6.5 mm y no menos de ocho gramos de peso(de acuerdo a pruebas realizadas por los escandinavos en ese tiempo) para que esta sea polivalente en combate hasta los 600 metros (de eso hace más de un siglo)
Cuando Eugene Stoner diseño arma y cartucho, prepondero su uso, pensando en la guerra de Vietnam (con soldados de escasa corpulencia ) y quedó muy corto en todo (a pesar de la alta velocidad del proyectil, fatal hasta los 200 metros)