Las Botas-Chanclas: el calzado profesional para el verano

Ahora que llega el verano quería dejaros mi opinión sobre una pregunta que solemos hacernos los que usamos calzado profesional durante todo el año. Esa pregunta, que muchos ya habréis adivinado, es la “clásica”: ¿Hay alguna bota de verano para que no suden los pies tanto, o sea un poco más fresca?

Desde mi experiencia probando botas, puedo deciros que la respuesta a esta cuestión es casi como la búsqueda del Santo Grial, y que, a pesar de que los fabricantes han diseñado modelos específicos para el verano, donde se aprecia un poco el descenso de temperatura, por mucho que algunos quieran aún no existen las “botas-chanclas”.

Cuando nos planteamos la compra de un calzado profesional, la primera pregunta que solemos hacernos es: ¿quiero unas botas con membrana o sin membrana impermeable? Pues bien, por lo general las botas “de verano” suelen ser sin membrana, un tejido diseñado especialmente para protegernos del frío en algunos casos, y en otros para mantener el pie seco. Este tipo de membrana, además de incrementar el peso del calzado, suele ir acompañada de piel por toda la bota, o algún material que ayude a que no entre agua o líquido en su interior, con la correspondiente mengua de aireación de la bota y el aumento de temperatura en su interior.

Después de probar 2 modelos específicos de marcas contrastadas, las 2 con diseños diferentes contra el calor, casi puedo asegurar que la diferencia es mínima, aunque en estos lares el descenso de un par de grados puede considerarse un éxito.

Así, una marca opta por fabricar la bota con serraje en el exterior y el interior con tela muy fresca, que casi parece cartón al tacto. A pesar de que la tela del interior da una sensación de frescura, esta bota está bastante sellada por su construcción, poniendo como ejemplo que la lengüeta se encuentra cosida al cuerpo de la bota, impidiendo que entren piedras por ejemplo, pero siendo nefasto para la aireación del interior.

Otra marca opta por un exterior mixto con piel y rejilla de tela, consiguiendo que la aireación del interior de la bota sea mejor, y por lo tanto también que la temperatura interna se rebaje un poco. Este modelo, además es más amortiguado que el de la otra marca, pero también suele durar menos en el tiempo.

Existen en el mercado actual, cada vez más amplio y específico, botas tácticas para unidades anfibias, como nuestros Infantes de Marina o los archiconocidos NAVY Seals. Las botas que utilizan estos profesionales están diseñadas para que se sequen pronto y así, después de usarlas para bucear por ejemplo, puedan utilizarse en tierra.

A pesar de que ya hace tiempo que existen estas botas, desconozco si estas unidades las utilizan, porque el 99% de las fotos que vemos de los Seals, suelen llevar, entre otras, las botas SALOMON u otras marcas “civiles” destinadas más bien a la montaña. Nuestros infantes de Marina siguen utilizando botas fabricadas en España, creo que excuso decir la marca porque desde que la mili era obligatoria, sirve a nuestras FAS.

Respecto a los compañeros militares, quizá ellos tengan un pequeña ventaja en lo que respecta al color de sus botas, ya se les llame áridas, desierto, marrones, o demás nombres. Este color no atrae tanto el sol como el clásico color negro policial, como todos sabemos. Respecto a esto, consultando en Internet me encontré con este dato: “Según un estudio publicado recientemente, el negro absorbe el 98% del calor que llega a la superficie. En el caso del color blanco, el porcentaje solamente alcanza el 20%”. Quizá habría que plantearse un cambio de color en el uniforme, aunque personalmente, y creo que muchos/as también, prefiero pasar calor a llevar botas blancas.

Por último, también es importante la elección de los calcetines que usemos. Quizá siempre llevamos calcetines deportivos o más gruesos, algo bastante habitual en el empleo de botas de trabajo. Este tipo de calcetines seguramente eran los más adecuados para usar con las botas “antiguas”, que muchos han tenido la “suerte” de probar, causantes de aquellas maravillosas ampollas, así como de acordarnos del fabricante por la dureza de sus tejidos o suelas.

El calcetín de deporte, también digamos que el antiguo, porque en el campo del deporte los calcetines han evolucionado mucho, es más grueso y proporciona una protección mayor que un calcetín más fino contra la dureza de la bota. Actualmente, donde el “domaje” de las botas modernas es nulo, siendo mullidas como zapatillas de correr de alta gama, podemos usar calcetines más finos y de otras fibras que no sea algodón para intentar rebajar la temperatura de nuestros pies.

Otra opción cada vez más extendida, tanto por el uso como por el diseño de modelos específicos por parte de los fabricantes, es el uso de zapatillas deportivas frente a las botas. Modelos como las Salomon Xa Pro 3D son utilizadas por profesionales de seguridad en todo el mundo.

También es cierto que actualmente la diferencia entre una bota profesional de calidad y una zapatilla de deporte es el tamaño de la caña, es decir, las botas son más altas y las zapatillas más bajas, pero la comodidad es la misma.

Daros las gracias por leer estas líneas y espero vuestro comentarios en la web.

AZU