Hay quienes dicen que no, pero rotundamente es que sí. Me refiero a que no es del todo cierto que una persona armada con una pistola o con un revólver no tenga nada que hacer en su defensa contra quien acomete con un arma larga. Para un servidor esto es casi un axioma, a riesgo de ser tachado de gilipollas. Seguro que todos habéis leído y oído cuantiosas veces que quienes tan solo cuentan con armas cortas, poco o nada pueden hacer frente a escopeteros y fusileros. Pero esta afirmación no siempre tiene fundamentos reales, si bien abogo para que los miembros de todos los cuerpos encargados de hacer cumplir la ley tengan la opción de poder prestar servicio con armamento largo, a la par que con el otro, por las ventajas que ello aporta de cara a según qué ocasiones.
Sin embargo, sí que es una tajante realidad que la potencia de fuego de los subfusiles, de las carabinas, de los fusiles de asalto y de las escopetas está por encima de la potencia de fuego que ofrecen normalmente las armas de puño, las de cinto. Pero ojo, que un Audi A-8 sea más potente que mi Renault 19 no significa que yo pueda ganarle una carrera a Fernando Alonso, solo porque cambiemos de coche y me deje pilotar su Audi. En fin, que por mucha capacidad y poder de fuego que desarrolle un fusil durante una confrontación armada, si el que solo posee un arma corta tiene la suerte de no caer con el primer disparo y encima sabe y puede sacarle el máximo juego a su pistolita, es muy probable que el fulano del AK-47, el de la escopeta del 12 o el del UZI, acabe desparramado por los suelos o, en el mejor de los casos para el antijurídico, dándose por patas porque un loco con una pipa en las manos ha sabido y podido poner los huevos encima de la mesa, a balazo limpio.
Que sí leches, que sí, que sé que el que la tiene más grande suele iniciar la jugada con varios puntos a su favor. Esto es así en todos los órdenes de la vida. Pero dale a mi amigo Manolo un revólver del calibre .22 LR con nueve cartuchos en el tambor y ponlo delante de algunos de esos compañeros que trabajan diariamente con armas largas pendidas del hombro, y a ver qué sucede en un ‘hombre contra hombre’ a 2, a 5, a 7, a 12, a 20 y hasta a 25 metros de distancia entre ambos contrincantes. Como ya he manifestado en infinidad de publicaciones, conferencias y entrevistas, no necesariamente se trata del arco y de la flecha en esto de vencerle la partida a la parca, porque lo que prima es, casi siempre, el indio que está detrás de los tratos de matar. Eso sí, e igualmente lo he sostenido en infinidad de ocasiones, el factor suerte también se deja caer en estas cuestiones de a vida o muerte.
Ahora bien, cuanto mejores seamos por estar bien adiestrados en manejo de armas y, sobre todo, por estar bien concienciados y mentalizados sobre qué es un enfrentamiento armado, sobre cómo se desarrolla su dinámica y sobre cómo se comportan nuestro cerebro y el resto de órganos, menos trabajo tendremos que dejar en el despacho de la diosa Fortuna, aquella dama que reparte las cartas de la suerte. Significar que dentro del entrenamiento policial con armas hay que incluir —al menos yo lo hago— el estudio profundo y serio de las razones judiciales que justifican el empleo de la extrema medida que supone disparar contra congéneres. Porque ya está bien de leer y oír mentiras con olor a mierda, que postulan que es ilegal y una locura defenderte a tiros de quien te está jodiendo con un cuchillo, con un tenedor, con un palo afilado, con una catana, con un pedazo de cristal, con un pico o con un bate de béisbol. Al carajo los ignorantes sembradores de falsedades regadas con comodidad y decoradas con cobardía, personas, estas, que en su infinita mayoría forman parte de la comunidad policial.
Ahora miren los vídeos adjuntos. No hay mucho que explicar sobre lo que en ellos aparece filmado, porque todo está dicho a base de plomo, pólvora y huevos; aunque también a base de buen hacer en forma de desplazamientos.
5s Comentarios
Víctor J. Fernández
Entrenamiento y determinación…no hay otra. Gracias de nuevo Ernesto por tus aportes, siempre objetivos y al grano, como mandan los cánones.
Angel
y al contrario??me acuerdo de un atraco en eeuu dos tios con kalasnikov tuvieron en jaque a mas de cien policias.es la pericia,de acuerdo.pero el poder de fuego de un fusil de asalto es devastador
Ernesto
Ángel, la obviedad no requiere defensa. Pese a ello, ese tema está más que tocado por este autor.
Freire
Yo puedo enviarles 2 videos sobre un enfrentamiento que fui participe y lo captaron las cámaras desde Venezuela
Paparrucha
Lo único que marca la diferencia entre estas dos armas es el nivel de entrenamiento y suerte de los contendientes