Soy consciente de que este artículo puede herir alguna sensibilidad, y sin ser esa mi intención, creo que el ego de alguno bien merece esta andanada si con ello conseguimos cambiar algo en lo referente a la preparación de los policías.
No hace muchos días un amigo que no tiene nada que ver con ningún cuerpo policial ni relación alguna con esta profesión, se mostraba sorprendido cuando durante una conversación se enteraba de cuáles eran las prácticas reales con el arma de fuego que efectúan la mayoría de los policías. Decía sentirse incluso asustado al conocer las carencias en dichas prácticas.
La sorpresa supongo que sería fruto del desconocimiento previo sobre la materia, porque cuando ya se conoce el tema y la realidad del entrenamiento de la mayoría de los policías que patrullan nuestras calles, la sorpresa desaparece. Por desgracia lo que no se esfuma es el susto, pues el miedo te invade el cuerpo cuando te detienes a analizar el número de disparos que al cabo del año realizan la mayoría de policías y el modo en que estos disparos se llevan a cabo. Eso sí, afortunadamente existen honrosas excepciones.
No voy a entrar a valorar la formación que cada policía recibe en su academia antes de salir a la calle como nuevo agente. Hoy quiero hablar de lo que denominamos “tiradas oficiales”, es decir las prácticas de tiro anuales que realizan, o deberían realizar, los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
En la Comunidad Valenciana, por ley, las policías locales tienen que realizar dos de estas tiradas oficiales al año, lo cual si efectivamente se cumpliese, ya sería bastante poco. Pero resulta además que en muchas ocasiones estos ejercicios no se realizan y en los que llegan a efectuarse, el consumo de munición por tirador es mínimo (no viene fijado en la ley) y los disparos son realizados frecuentemente desde las cabinas de tiro olímpico que sitúan el blanco a 25 metros, condición de tiro que poco o nada tiene que ver con el tiro policial.
Claro está que lo que describo es sólo el marco en el que se desenvuelven las policías locales de la Comunidad Valenciana, pero de mis conversaciones con compañeros de los cuerpos estatales, autonómicos y locales (de otras comunidades autónomas) concluyo que la situación no difiere mucho.
El problema a esta escasez, cuando no ausencia, de prácticas de tiro afecta a la seguridad de todos: a la de los policías, pero también a la de los ciudadanos, y creo que es trabajo de todos conseguir una mejora al respecto. Los cuerpos policiales deberían preocuparse más por esta cuestión, y aunque en casos como el valenciano la ley fija el número de prácticas, esta es una ley de mínimos, no de máximos, por lo tanto no se debería disparar menos, pero sí se podría disparar más.
Desgraciadamente, las instituciones deberían preocuparse más, pero no lo hacen y aunque podríamos entrar a valorar lo que a nivel legal se podría cambiar para mejorar esto, sinceramente creo que sería como predicar en el desierto. Por ello, me quiero centrar en lo que cada policía a nivel individual puede hacer, y que se resume a dos opciones:
– Primera opción: Resignarse y utilizar la técnica del avestruz, escondiendo la cabeza esperando que nunca llegue el día en que tu vida o la de un tercero dependa de tu pericia en el uso del arma. Eso sí, en caso de que llegue ese momento no le expliques al juez que tu “cagada” es fruto de la desidia de la administración que no te proporciona entrenamiento, porque no te va a valer.
No toda la culpa de estas carencias la tiene la administración, pues muchos policías muestran un total desinterés por la cuestión e incluso realizan con desgana las escasas tiradas que su cuerpo organiza.
– Segunda opción: Buscarte la vida y entrenar. Sólo por el hecho de que estés leyendo estas líneas creo que eres de los que optaron por esta segunda y complicada opción. Significa que al menos dedicas tiempo a leer sobre estos temas, lo que a los ojos de la mayoría de tus compañeros ya te convierte en “el friki” o “el flipado de las pistolitas”. Ellos te ven como un “Rambo” pero tú dedicas tu tiempo, esfuerzo y dinero en esto, precisamente por todo lo contrario, porque eres consciente de lo débil que eres en la calle y quieres corregirlo. Ahora bien, has de saber que el camino no es fácil. Primero, te encontrarás con esa cruz puesta por tus propios compañeros, pero seguro que eso ya lo tienes superado, tú sabes que esos mismos que te critican, cuando viene un problema te quieren a su lado.
Lo que es verdaderamente complicado es dónde tirar. Descartada la opción de una instalación policial, por la ya comentada presencia casi anecdótica de las galerías de tiro en los cuerpos policiales, la única posibilidad pasa por acudir a unas instalaciones de tiro deportivo, para lo que hay que federarse, apuntarse al club, procurarse un arma… en definitiva, desembolsar una cantidad muy importante de dinero para finalmente disparar a 25 metros desde cabina, o practicar algo que no deja de ser un deporte como el IPSC. No me parece que sea una opción razonable.
Otro problema con el que te encontrarás será conseguir la munición. Si no se dispone de arma particular, es legalmente imposible conseguir munición a título personal y en caso de disponer de ella, las condiciones de adquisición de cartuchería son exactamente igual de restrictivas que las que imperan para un tirador deportivo. Así que poco entrenamiento parece este.
En definitiva, que los policías que deciden entrenar, para llegar a ser profesionales armados en plenitud, supliendo la falta de medios e interés de la administración, no tienen posibilidad legal de entrenar tiro policial, ni siquiera a costa de su esfuerzo, tiempo libre y dinero. ¿Se imaginan que a un bombero sólo le dejaran practicar con la manguera el día del incendio?…
Firmado: Un friki.
2s Comentarios
jose luis
Hola, enhorabuena por tu pagina web. me ha alegrado mucho tropezarme con ella. te cuento mi caso. Soy estudiante de criminología en la Universitat de València y para cuando acabe me gustaría ser policia nacional, pero vista la situación,y ya se que me faltan un par de años y unas cuantas convocatorias también, agradecería saber un par de cosas; 1, si me sacara la licencia de armas ahora para el tiro olímpico, eso me afectaria a la hora de ingresar en el cuerpo poniendome trabas en la entrevista o algo acusandome de paranoico, por ejemplo. 2,Una vez en el cuerpo, sabes si te dejan llevar una segunda arma que no sea de fuego, por ejemplo portar la reglamentaria y un taser ( pagado de mi bolsillo) en el pecho enfundado o cualquier otro sitio que sea de facil alcance y así, si en su dia llega, tener que usarlo en vez de pegarle un tiro a alguien porque no hay otra opcion? me explico? 3; por último, como veo que eres intructor de tiro y policia local ( una vez nombraste Sueca por eso intuyo que eres de la Ribera, yo soy de Alginet, a 20 min), me gustaria saber si en un futuro próximo continuarás dando instrucción pues considero que serás un gran maestro y como sería posible ponerse en contacto contigo (ojo, no te estoy pidiendo el telefono, pues ahora no hace falta, solo saber si efectivamente es posible ponerse en contacto de alguna forma y a través de que via). Un saludo y muchas gracias sigue así con los post que son realmente interesantes.
L.Trejo
Hola Jose Luis, si te parece a todo esto te contesto mejor a través de privado por favor contacta conmigo por correo electrónico lutrede@gmail.com