RAKEL VELASCO: abriendo brecha

Como si de un fortín enemigo se tratara, la tiradora vasca ha abierto una brecha en la muralla convirtiéndose en la primera mujer en competir en PRS (Precision Rifle Series), y esto no acaba aquí, Rakel Velasco ha venido a tomar la plaza.

¿Quién es Rakel Velasco?
Rakel es una deportista vasca que compite actualmente en tiro deportivo con arma larga en las categorías de PRS y 22PRS, y no lo hace de manera testimonial, es habitual en las fases finales y son frecuentes sus subidas al pódium. Fue la primera mujer en España en competir en PRS, donde no existe una categoría femenina, midiéndose por lo tanto con hombres, que siguen siendo inmensa mayoría.

El mundo a través de una retícula
Su primer contacto con el mundo de las armas de fuego, no fue precoz, ni tuvo que ver con su faceta lúdica o deportiva, fue una cuestión de trabajo; Rakel empezó a trabajar en Dikar S.Coop. Dicho así, pocos sabrán de qué empresa estamos hablando, en cambio si hacemos mención a Bergara, ya todos los lectores sabrán que nos estamos refiriendo a la cuna de unos rifles excepcionales. Entre sus cometidos en Bergara, Rakel se ocupa de hacer las pruebas de precisión de los nuevos rifles, de ahí nació su afición, convirtiéndose en un ejemplo más de cómo hacen las cosas en la empresa guipuzcoana, con esa mezcla de tecnología de último nivel a la que se aúna la tradición y el esmero que ponen del primero al último de los hombres y mujeres que intervienen en el proceso de convertir trozos de acero en herramientas de una precisión envidiable y mundialmente reconocida.

Así pues, motivos laborales fueron los que le hicieron empezar a ver el mundo a través de la retícula de un visor, a sentir la culata en el hombro y a acariciar un disparador esperando que, tras el ruido y el golpe seco del retroceso, el agujero en el cartón apareciera lo más en el centro posible. Así fue como un trabajo se volvió pasión, y como la excelencia se llevó al trabajo; si tengo que ser probadora voy a ser la mejor. Sin duda, “actitud Bergara”.

Pero el camino no fue ni es fácil, como cualquier deporte en el que se pretende competir a primer nivel, el tiro de precisión con arma larga requiere de horas de esfuerzo y sacrificio, si a ello añadimos que este no es un deporte que te pueda “dar de comer” si no más bien al contrario, requiere de un importante desembolso en material, munición, desplazamientos y un largo etc. Es casi un milagro que Rakel tenga el palmarés del que hoy puede presumir y que a buen seguro ampliará con nuevos triunfos.

Y es que ser pionera nunca ha sido fácil, Rakel además de cumplir cada día en su trabajo y con su familia, invierte el poco tiempo libre que le queda en entrenar, por si esto fuera poco, además de luchar contra estos factores Rakel tiene cada día que romper barreras de esas que no se ven, pero se sufren, para entrar en un mundo eminentemente masculino que no siempre la acogió con los brazos abierto.

Desde sus inicios, la vasca ha tenido que demostrar no solo que podía competir de igual a igual, si no que además podía ganar. Esta exigencia se ha mantenido cada día de su carrera, cruzándose con actitudes de todo tipo, afortunadamente se ha encontrado con quien en justa deportividad le ha reconocido su valía, pero también con aquellos que no han asumido que una mujer les superara, negándole el reconocimiento y la felicitación que tantas veces ha merecido.

Pero en nuestras charlas con Rakel ella pasa de puntillas sobre esta carga extra que ha de soportar, prefiere quedarse con lo positivo, con que actualmente ya no es la única mujer en este mundillo de hombres, y que hombres han sido también los que más le han ayudado. Así entre todos, además de a su familia que le apoya y anima a seguir compitiendo aún teniendo en cuenta el coste económico y de conciliación familiar que ello conlleva, Rakel quiere dar las gracias a Pedro Leyva, quien entre otras cosas le presta su carabina para competir en la modalidad 22PRS, ya que ella no dispone de arma propia para esta categoría.

Mirando al futuro
En su evolución, Rakel se plantea empezar a competir a nivel europeo, sin duda su nivel y progresión así lo aconsejan, pero se encuentra con dos problemas: de una parte, el enorme costo en tiempo restado a la familia, cuestión ésta que supera con el apoyo incondicional de los suyos; y de otro lado, el importante gasto económico que ello supone. Y es que ella no cuenta con patrocinadores ni ayudas económicas de ningún tipo, y la cuantía necesaria es elevada. Competir a este nivel no es solo tener un buen rifle, con su visor, a eso hay que sumarle la munición que es recargada y eso implica comprar casquillos, puntas, pólvora y pistones, además de caros cada vez más difíciles de encontrar, también hay que sumar los equipos para la recarga, como prensas, básculas, dies de recarga etc. También hay que sumarle el equipo para competir, como saquetes, medidores de viento y velocidad y luego están las inscripciones, hoteles, gasolina comidas etc, y no solo son las competiciones, también hay que entrenar y para eso también hay que desplazarse.

La poca visibilidad y ese estigma que arrastran las competiciones de tiro en nuestro país no ayudan. Y tampoco, por qué no decirlo, su condición de mujer. Aún así ella es optimista, confía en encontrar la ayuda que le haga posible seguir adelante, disfrutando de un deporte que es su pasión y en el que día a día demuestra que está ahí por méritos propios, con unos resultados de los que puede sentirse orgullosa. En cambio, Rakel, lejos de conformarse o presumir de esos resultados, prefiere destacar el camino que a ella misma le queda por recorrer y el que ya ha marcado, sirviendo de avanzadilla a otras mujeres que tras su estela se han animado a iniciarse en este deporte, hasta ayer mismo exclusivamente masculino. La brecha está abierta, ahora toca tomar la plaza. ¡A por ello Rakel!

Luis Trejo Delgado