Qué importante es mantener siempre activado el sistema de alerta personal, aunque sea a medio nivel. Vista larga, paso corto y mala leche. Por enésima vez, digo: es mejor llevarla (la pistola) y no necesitarla, que necesitarla y no llevarla. Y un último punto: los delincuentes, cual ‘Homo sapiens’ malos, reaccionaron ante el peligro como todo primate inopinadamente atacado a corta distancia: ¡pies para qué os quiero! En este caso, como con suma claridad se evidencia, se desplazan, pirándose, pero sin dejar de disparar. O sea, movimiento y fuego, algo básico, elemental e instintivo más bien, si se quiere gozar de opciones mínimas de supervivencia.
Pues bien, ya saben a dónde tienen que enviar a muchos instructores cuando muchas veces les oigan decir que se defiendan siempre con calma, apuntando serenamente y sin mover las botas del suelo, aunque hacia ustedes avancen personas con machetes o solo vuelen proyectiles cargados con odio, muerte y destrucción. Y no olviden esto: ¡siempre prevenido y nunca atemorizado!
Por cierto, y ya acabo, ole, ole y ole por este policía argentino, que resultó ileso e hirió a los 3 atacantes. O el funcionario poseía un entrenamiento extra (no todo el mundo se atreve a disparar desde dentro de un automóvil) o, como sucedió en algunos casos que conozco bien, simplemente tenía las cosas muy claritas, un arma a mano y condicionada su voluntad de matar para sobrevivir frente a congéneres, si tan desagradable situación se le presentaba alguna vez.
(Gracias, Víctor de Tiro Policial Torrevieja, por facilitarme la filmación).
