Bétera, una pequeña localidad de Valencia, acogió el pasado mes de abril una conferencia sobre “Vivencia policial y aspectos jurídicos y psicológicos de la realidad de las actuaciones policiales con armas de fuego”. En la misma sala se fusionaron Alejandro Campos Domenech, Policía Local en excedencia que actualmente ejerce de juez sustituto en 1ª Instancia e instrucción, y doctor en derecho constitucional; Fernando Carrillo Cordero, ex miembro de la Guardia Civil y Psicólogo, autor de varios libros; y Ernesto Pérez Vera, Policía Local retirado y coautor del libro “En la línea de fuego”. En esta ponencia pudo verse cómo los aspectos jurídicos de una intervención armada casaban perfectamente con los estados fisiológicos y emocionales que se suceden en una situación de esta índole, todo ello avalado “por la experiencia personal de aquellos que conforman lo que hoy por hoy se ha consolidado como uno de los manuales policiales de mayor referencia en el mundo del tiro policial”.
Lo que pudimos ver y disfrutar aquellos que asistimos a esta conferencia daría para muchos artículos más. Se explicaron conceptos que nos hicieron abrir los ojos y se puso de manifiesto que lo que hay en España es una falta de simbiosis Jurídico-psicológica-experiencial, ya que son estas tres materias importantísimas y fundamentales las que influyen en todas las actuaciones policiales con armas de fuego. Ese desconocimiento y desconcierto que sufren la mayoría de los policías en este país, por no llegar a tener muy claro cuándo pueden, o no, hacer uso de sus armas reglamentarias.
Hay una evidente falta de formación e información sobre la materia. Harían falta reuniones con el poder judicial para que éste sentara unas bases más concretas y no tan ambiguas como las que hay actualmente sobre el uso de las armas de fuego por parte de los funcionarios policiales. Estas reuniones habría que aderezarlas con un toque Psicológico, que aporte o humanice a aquellos que tienen el deber de usar sus armas de fuego, que aporte la verdad sobre lo que en realidad sucede en la mente de una persona que vive una situación tan estresante como un enfrentamiento armado. Que presente al ser humano como lo que realmente es, un ser primitivo, tosco, un superviviente con instintos primigenios y no un héroe de comic.
De la mano de Alejandro Campos, un Policía Local en excedencia que actualmente ejerce como Juez después de una trayectoria ascendente, y que también es Doctor en derecho constitucional, descubrimos aquellos aspectos legales que rodean a las intervenciones armadas en las que se ven inmersos los policías a causa de se deber de proteger a los demás. Hizo gala de su buen carácter, sinceridad, proximidad a las personas y de su profesionalidad. Brindó al público asistente la oportunidad de poder realizar muchas de esas preguntas incómodas que a todo policía le acechan, pudiendo beber directamente de la fuente del conocimiento.
Ya en la segunda parte de la ponencia fue el turno de Fernando Carrillo, un ex miembro del benemérito cuerpo de la Guardia Civil, que desarrolló sus funciones en sectores especializados del mismo cuerpo, que atesora numerosos años de experiencia y que actualmente ejerce como Psicólogo, siendo autor de varios libros. Carrillo habló de los estados que se suceden en la mente de una persona que pasa por una situación de estrés, como es la de verse involucrado en un tiroteo en el cual tu vida está en juego. Humanizó las intervenciones, ya que los enfrentamientos armados no dejan de ser efectuadas por personas, indistintamente del lado de la ley en la que se encuentren.
Y por último, vivimos un toque de experiencia aportada y recolectada de primera mano, sin tapujos, sin medias tintas, sin censuras, recopiladas por un superviviente, que como se dijo en la presentación, “murió durante una intervención y resucitó pegándole dos tiros a su ejecutor”. Hablamos claro está de Ernesto Pérez Vera, coautor del libro “En la línea de fuego, la realidad de las intervenciones armadas”, el cual recoge de su puño y letra, las circunstancias que envolvieron todas esas intervenciones armadas de boca de los propios intervinientes, y que terminaron con más o menos acierto policial.
Posiblemente, pienso yo que pudiera darse el caso de realizar un estudio concienzudo sobre las intervenciones armadas y extraer datos de mucho interés científico que serían aportados a las reuniones, efectuadas conjuntamente por el poder judicial, el poder legislativo, Psicólogos versados en el tema y verdaderos Policías adeptos a la realidad y no al cumplimiento somero de la papeleta. Sé que no sería fácil, pero ya tenemos un poco de camino iniciado. En otros países sí que se realizan estudios de esta índole, ¿por qué aquí no? De los resultados extraídos en esas reuniones se podrían realizar de manera unísona las programaciones formativas básicas de tiro para las diferentes academias de formación de Policías, ya que los enfrentamientos armados no conocen ni distinguen de cuerpos policiales.
¡Imaginaros qué real sería la formación en tiro policial! los alumnos podrían ver el aspecto jurídico de las intervenciones y el uso del arma de fuego, a la par que conocerían los estados o episodios psicológicos que sufrirían en una refriega armada, y quién sabe si igual hasta se podrían llegar a preparar mentalmente para poder afrontarlos y minimizar los efectos. Por último, tendría una visión real de las intervenciones armadas, desde un punto de vista experiencial. Amén de los entrenamientos prácticos y cercanos a la realidad del uso del arma de fuego. Aunque como digo, sería una utopía…
Pero volvamos a la conferencia. Los tres ponentes, grandes profesionales del ámbito, tuvieron al público ensimismado de una manera sublime, gracias a este tipo de personas que se involucran de un modo fastuoso y descomunal en su profesión y no les importa compartir sus conocimientos con los demás. De ese altruismo nos nutrimos los demás. He de decir que el acto reunió a cerca de 200 componentes policiales de todos los cuerpos, escalas y destinos, incluso de fuera de la provincia de Valencia, a los cuales se les está todavía más agradecidos si cabe por el esfuerzo extra que tuvieron que hacer.
Dicen que de bien nacido es ser agradecido, y por eso se debo reconocer el esfuerzo que se hizo desde el Ayuntamiento de Bétera, a sus representantes políticos, así como al Inspector Jefe la Policía Local, a los componentes de I.T.E.POL., a Formación en Tiro Policial y a MILDOT.es, ya que todos ellos se esforzaron y comprometieron en un tema tan ignorado y a la vez repudiado, y así, de esa manera nos dieron la oportunidad de aprender y reaprender un montón de conocimientos sobre la materia.